Más de un mes pasó desde que se conocieron las maniobras fraudulentas al interior del Pami y los detalles que aún trascienden no dejan de sorprender. Con los nombres de afiliados muertos, se desviaban millones de pesos; y a la fecha el organismo tiene una deuda que supera los 5.200 millones de pesos. El ex titular, Luciano Di Césare, en el ojo de la tormenta.

En diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, el actual director, Carlos Regazzoni, reveló algunos detalles llamativos de la investigación. Aclaró que en su rol institucional puede denunciar las irregularidades que encontró al asumir pero no a Di Césare, como se habia informado en un momento. Señaló que nombrar responsables es competencia de la Justicia.

“Todo empezó con el hallazgo de un gasto exorbitante en medicamentos en el presupuesto”, recordó. Luego se sumaron –continuó– informes de auditorías mensuales de las farmacias al Pami y una denuncia federal “donde médicos decían que se había usado su identidad para generar recetas sin que ellos lo concendieran”.

De hecho, apuntó, la Justicia encontró en allanamientos en Buenos Aires cajones con sellos de médicos y recetarios.

“Había entre 6.500 y 7.500 personas fallecidas a las que mensualmentre se les generaban recetas, y sus nombres usados para comprar 40 medicamentos por vez, algo ilógico desde el punto de vista médico”, alertó e ilustró: “Había una persona de más de 80 años que compraba 30 remedios en 19 farmacias de cuatro provincias distintas en un solo mes”.

“Tenemos que ir a un Pami saneado”, aseveró y señaló que en Rosario hacen falta obras “con urgencia”.