La Justicia local padece serios inconvenientes para comunicarse con Facebook, en el marco de investigaciones vinculadas a delitos cibernéticos. Un caso puntual es el que exhibió el fiscal de las causas donde no existen personas identificadas, Marcelo Vienna, en el cual intenta desenmarañar la supuesta comercialización de armas que se realizaba a través de una cuenta de dicha red social.

En diálogo con el periodista Alberto Lotuf en A Diario (Radio 2), el fiscal de la oficina NN, confirmó que se intenta establecer quiénes son las personas que administraban una cuenta en Facebook llamada “Venta de armas Rosario”, que salió a la luz el año pasado. Con acceso público, cualquier usuario podía establecer contacto y adquirir armamento que se exhibía a través de fotos.

Según denunció, Facebook opera en Rosario pero como no tiene sucursal, cuando la Justicia gira oficios no reciben respuestas o no contentan con celeridad. “La normativa vigente en materia de armas establece cómo se deben comercializar, quiénes están autorizados, los requisitos para la tenencia y el acopio de municiones” entre otros detalles, explicó.

Sin embargo, estas cuestiones son pasadas por arriba cuando de venta por Internet se trata. A fin de establecer quiénes son las personas que crearon esta cuenta, la Justicia elevó oficios a Facebook. “Sabemos que para tener membresía hay que asociarse con un correo electrónico, cada vez que se conectan quedan registros que permitirían saber quiénes están comercializando armas”, observó.

Vienna destacó que mandó distintos oficios a un estudio jurídico que, hasta hace poco, funcionaba en Buenos Aires. “No hay una sede, no hay personal que maneje equipos para acceder a esta infoprmación, hay que esperar que contesten desde Atlanta”, precisó.

Más allá del tiempo que se pueden tomar para contestar, el fiscal consideró que lo importante para atender es la existencia de un protocolo de la empresa que le pone límites a los requerimientos judiciales. “Cualquier magistrado en Argentina tiene que cumplir con un protocolo establecido por Facebook, la empresa nos dice que tenemos que decirles lo que estamos investigando para asi después ellos poder informarnos”.

“No se trata de atentar contra la globalización o las redes sociales ni avanzar sobre la propiedad privada pero creo que que el Estado debe intervenir en cuestiones de uso público”, expresó y ahondó: “Creo en forma personal que cuando estas herramientas (por las redes sociales) son usadas para el delito el Estado tiene la obligación de intervenir. Comercializar o intercambiar armas de fuego es un delito”.