Existen muchos grupos virtuales que tienen en común la asexualidad. Aunque es un término poco usual o al menos no muy popular, se trata de una orientación sexual que muchas personas tienen. Un caso es el de Melisa quien explicó cómo se siente la sexualidad vivida sin contacto con ningún ser. La especialista Patrica Pomatti confirmó la existencia de asexuales y explicó, desde su mirada científica, de qué se trata.

En diálogo con el periodista Juan Junco (A Diario, Radio2), Melisa brindó su testimonio de vida. Definida como mujer asexual, acercó algo de luz a quienes no conocen esta forma de sexualidad. “Tratamos la asexualidad como una orientación sexual, no sentirse atraído sexualmente hacia las personas, tanto como a los heterosexuales los atrae el sexo opuesto, o a los gays el mismo sexo, a nosotros no nos llama la atención ninguno, no nos atraen las personas”, señaló.

Melisa advirtió que los asexuales no tienen limitaciones físicas ni psicológicas para mantener sexo con otros pero, como no mantienen una atracción hacia nadie ni hacia nada, no tienen actividad sexual concreta. “No significa que estemos en contra del sexo, o que haya un problema físico o que no podamos disfrutar, no sentir atracción sexual a las personas es una orientación sexual”, remarcó.

La joven contó que hace dos años pudo establecer su asexualidad. “No somos asexuados, eso significa no tener genitales, como los ángeles”, destacó al ser consultada por el término. Según precisó, nunca en su vida sintió impulsos sexuales hacia nadie: “Tenía 23 años y nunca me había atraído a tener sexo, ni siquiera personas atractivas”, dijo.

Ante esta realidad contundente, optó por investigar. Así dio con grupos virtuales de personas que experimentaban sus mismos sentimientos y vivencias. Al acercarse a estas personas, pudo saber qué le pasaba y distinguir las diferencias. “Los asexuales somos todos diferentes, así como los son los heterosexuales, por ejemplo. Hay de todo, lo único en común es que no sentimos deseo sexual por las personas y por nada”, reforzó.

Y ahondó al sostener que la asexualidad no significa la falta de líbido, tenida en cuenta como un impulso sexual. “Hay momento en el mes que tengo un deseo sexual más elevado, lo siento pero ese deseo no está dirigido a nada ni a nadie”, indicó y observó: “Es complicado, siento placer pero nadie me llama la atención. En mi caso me masturbo pero no pensando en personas porque no me atraen. Es algo así como ser una mujer heterosexual en un mundo donde sólo viven mujeres”.

También entrevistada en Radio 2, la licenciada Patricia Pomatti, compartió su mirada científica sobre la asexualidad. “Existe como tantas otras modalidades que se están manifestando, que antes nos parecían rarezas, la sexualidad es compleja y genera resistencia en un mundo totalmente sexualizado”, empezó.

“No significa ni represión ni celibato”, apuntó. Y confirmó lo expuesto por la joven: “Pueden recurrir a la autosatisfacción erótica, pueden tener un aumento de la tensión sexual pero no tienen atracción por otra persona, sino por alguna impresión estética o alguna música”, ejemplificó.

También explicó que los asexuales pueden enamorarse. “Algunos son románticos pero no con un deseo sexual”, precisó.

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Melisa (Radio 2)