La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) afirmó este domingo que la sociedad tiene que "afrontar y sanar" las consecuencias que dejó la dictadura cívico-militar, de cuyo inicio se cumplen esta semana 40 años, y señaló que "urge seguir transitando" un camino de "verdad, de justicia y de encuentro entre todos" para alcanzar la "concordia y la amistad social" entre los argentinos.

Así lo expresaron en una declaración titulada "Una fecha para no olvidar", que difundieron este domingo a la mañana los obispos que integran la comisión permanente de la CEA, que preside el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo.

"Los argentinos no podemos dejar de preguntarnos cómo se pudo llegar al período más oscuro de nuestra historia. Sus consecuencias de enfrentamientos, dolor y muerte aún permanecen y se nos presentan como un pasado que tenemos que afrontar y sanar", señalaron los prelados en el texto de una carilla.

El mensaje episcopal coincide con la confirmación de que el Vaticano y la CEA están "ordenando" sus archivos sobre la última dictadura para desclasificarlos, un pedido que vienen reclamando desde hace años los organismos de derechos humanos, y que se suma a la decisión del gobierno de los Estados Unidos de también hacer públicos documentos vinculados a la represión ilegal.

En tanto, esta semana el papa Francisco saludará en la tradicional audiencia general de los días miércoles a familiares de desaparecidos durante la dictadura; entre ellos a Marie-Noelle Erize Tisseau, hermana de Marie-Anne, desaparecida en San Juan en octubre de 1976; Víctor Carvajal, hermano del dirigente comunista Alberto Carvajal, asesinado en agosto de 1977 en la misma provincia; y Genevieve Jeanningros, sobrina de la monja francesa Leonie Duquet, desaparecida en diciembre de 1976 en Buenos Aires.

"El próximo 24 de marzo se cumplen 40 años de la ruptura del orden constitucional y del estado de derecho. Un hecho que nunca más se debe repetir ni podemos olvidar", dijeron los obispos en la declaración, en la que señalan que era "un momento complejo y difícil para toda la sociedad, en el que Argentina vivía una escalada de violencia que culminó en el terrorismo de estado, protagonista de crímenes de diversa índole, entre ellos: la tortura, el asesinato, la desaparición de personas y el secuestro de niños". 

Destacaron asimismo que la vuelta a la democracia "marcó el inicio de un camino de verdad, de justicia y de encuentro entre todos, que urge seguir transitando, para alcanzar la concordia y la amistad social" y remarcaron que "el reconocimiento del valor de la vida, de la dignidad y de los derechos inalienables de la persona constituye la base indispensable de toda convivencia humana y del destino feliz de un pueblo". 

En tanto, indicaron que este año el 24 de marzo coincide con la celebración del Jueves Santo, "día de dolor y de traición, pero también día en que Jesús manifestó su amor hasta el fin entregando la vida por nosotros" y sostuvieron -citando la carta a los Efesios- que "Cristo es nuestra paz y el fundamento de una esperanza que nos impulsa a construir una sociedad auténticamente humana".

"Su ejemplo nos ayuda a cicatrizar nuestras heridas en la verdad, el arrepentimiento, la reparación en justicia y el anhelo de alcanzar misericordia", concluyó su mensaje la Iglesia argentina.

Curas piden memoria, verdad y justicia

El Grupo de curas en Opción por los Pobres emitió un documento en referencia a los 40 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 al que calificó como "cívico-eclesiástico-empresarial-militar" e instó a "contribuir a seguir poniendo cimientos en la búsqueda de memoria, verdad y justicia" al tiempo que alertó sobre "todo intento de reflotar algunas o muchas políticas pasadas".

El texto difundido este domingo por los religiosos denuncia que "a pesar de los insistentes clamores por el ¡nunca más!, hemos entrado en una etapa donde corre peligro el camino de memoria, verdad y justicia re-emprendido en los últimos doce años".

En ese sentido, denuncia que "voces civiles y eclesiásticas" hablan de "una malentendida necesidad de reconciliación o de olvido" y de "venganza confundiéndola con justicia", a la vez que "insisten en la necesidad de una supuesta justicia completa que reflota la perversa teoría de los dos demonios" e "ignoran o disimulan los crímenes de lesa humanidad" proponiendo "prisión domiciliaria, argumentando la edad de los genocidas".

Los curas en Opción por los Pobres acusaron a la "complicidad empresaria, eclesiástica, periodística y militar" por "el aparato de la muerte" del golpe de 1976 y también "por la imposición de un modelo económico que provocó la concentración de las riquezas en unas pocas manos, las manos de los sectores más ricos". 

"Aprovechando una fenomenal campaña en los medios de comunicación y la complicidad económica, la dictadura cívico-eclesiástica-empresarial-militar nos sumergió en una 'noche oscura' de genocidio y miedo", destacaron y recordaron a las Madres y Abuelas y a "Obispos como Jaime De Nevares, Miguel Esteban Hesayne y Jorge Novak y también del obispo mártir Enrique Angelelli".

"Como curas en opción por los pobres queremos asociarnos al coro nacional e internacional que grita el ¡nunca más!, unirnos a los que hoy estamos atentos ante todo intento de reflotar algunas o muchas políticas pasadas, y comprometernos a contribuir a seguir poniendo cimientos en la búsqueda de memoria, verdad y justicia", finalizaron.