Con un gol del debutante Daniel Osvaldo, Boca le ganó a Montevideo Wanderers y se encamina hacia la clasificación para la segunda fase de la Copa Libertadores.

El delantero marcó el segundo tanto del xeneize en el triunfo por 2 a 1 ante el equipo uruguayo por la segunda fecha del Grupo 5 del torneo. Komar abrió el marcador y Riolfo había igualado.

Todos los ojos estaban posados sobre el delantero que llegó como estrella desde Europa y después sobre el equipo, en una inversión quizás más mediática que de genuina identidad boquense, porque si bien les generó atracción, los hinchas todavía no llegaron al punto de empezar a cantar por él.

El partido se hizo entretenido por momentos y bien jugado cuando la pelota pasó por el uruguayo Nicolás Lodeiro en el medio y le llegó a Osvaldo arriba, demostrando el ex Huracán que está por encima de la media de los delanteros argentinos del plano local.

Boca insinuó más de lo que concretó ante un equipo inferior en individualidades y estructura colectiva, que se paró con un 4-2-3-1 y si bien intentó salir prolijamente desde atrás, fue endeble a la hora de defender, sobre todo en la mitad de la cancha.

Pero los planetas se alinearon sin dudas para que se diera la noche perfecta, ya que a los 15 minutos del primer tiempo se fue lesionado Guillermo Burdisso y su reemplazante, Juan Cruz Komar, por vía aérea, fue quien logró la apertura del marcador 18 más tarde.

Pero para que el argumento de la película fuera más atractivo, Wanderers no hizo más que sacar del medio y luego de cuatro toques directos dejó al volante Diego Riolfo mano a mano con Agustín Orión para que definiera entre las piernas del arquero.

Ese momento de tensión permitió que después "el muchachito de la película" se adueñara del protagonismo cuando, a falta de dos minutos para finalizar la etapa, también con un cabezazo colocó el que a la postre sería el tanto del triunfo "auriazul".

Gestos de "cowboy" disparando a dos manos de cara a la hinchada de Boca y posterior lanzamiento de besos hacia el palco de Diego Maradona donde estaba su pareja, la actriz Jimena Barón, junto a la ex esposa y la hija del Diez, Claudia Villafañe y Dalma, completaron la escena de un guión escrito por el destino que puso la realidad por encima de la ficción.

Boca venía de vencer en el debut copero a Palestino, de Chile, mientras que los orientales habían hecho lo propio con Zamora, de Venezuela. Por eso el xeneize hace punta sin compañías en su zona.