Tras el delfín muerto a manos de un grupo de personas que pugnaban por una foto, ahora se suma un nuevo caso de "violencia humana". Esta vez fue una mujer la que puso fin a la existencia de un cisne con la misma intención que los visitantes de la playa de Santa Teresita: sacarse una foto

El hecho ocurrió lejos del Mar Argentino, en las costas del lago Ohrid, en Macedonia. 

Las imágenes reflejan la violencia con la la mujer arrastró al animal. Fuente: Metro/ Nake Batev


La mujer forzó al animal: lo arrastró hasta la orilla para tomarse las fotos, sin importar las consecuencias.

La gente que presenció el hecho contó que el cisne no se asustó cuando vio que la mujer se acercaba porque están acostumbrados a la presencia de personas en el lugar, señala Macedonia Online.

Pero con los humanos nunca se sabe.