En medio de una semana marcada por hechos similares, otra escuela quedó en medio de un tiroteo este miércoles. Fue en Pérez, en el ingreso de alumnos de nivel primario. El lunes sucedió lo mismo en otro establecimiento a pocos metros, mientras que el martes hubo dos niños heridos por una balacera frente a un club de Rosario.

Pasado el mediodía, una pelea de bandas que incluyó golpes de puño, piedrazos y también disparos puso en serio riesgo la entrada de decenas de chicos de la Escuela Nº 1209 de Cabín 9.

“Salían los del turno mañana y entraban los de la tarde. Tuvimos que entrar todos corriendo”, contó una madre ante las cámaras de El Tres en el lugar.

“Hay chicos que no quieren venir, hoy lloraban desesperadamente”, agregó, y remarcó que 48 horas antes se vivió un episodio similar en otro colegio cercano, también por el enfrentamiento entre dos grupos conocidos por los vecinos.

Se trata de la Escuela de Enseñanza Secundaria Orientada Nº 574, donde también hubo un tiroteo que puso en vilo durante varios minutos a la comunidad educativa.

Semana convulsionada

Los hechos toman mayor trascendencia puestos en contexto, ya que durante las últimas semanas fueron varios los de este tipo que cobraron estado público. El martes pudo ocurrir una tragedia cuando se desató una disputa armada entre personas que iban en una moto y otras de una camioneta frente a un club de zona norte. Hubo dos chicos inocentes heridos.

“Por lo que sé, los chicos están bien”, contó este miércoles a la noche, desde el móvil de Telenoche, Javier Osuna, entrenador de las divisiones infantiles de fútbol del club Defensores de América, que quedó en medio de los disparos 24 horas antes.

“Fue terrible. Yo estaba de espaldas y me gritaron los padres que eran tiros”, relató, y lamentó: “Hoy nos toca a nosotros, mañana será otro club”.

Según informó el periodista Hernán Funes, la Policía dispuso una presencia permanente de efectivos frente al club entre las 17 y las 21, horario de entrenamiento de los chicos.

En los últimos años, con la escalada de la violencia en las calles de la ciudad y con el incremento de la circulación de las armas de fuego, se multiplican los casos de niños que son víctimas de esta coyuntura.