Por primera vez, Estados Unidos se abstuvo este miércoles en la ONU en un voto de condena al embargo sobre Cuba, en lo que supone una nueva señal del acercamiento entre los dos países y de la voluntad de Washington de dejar atrás esta política.

La abstención estadounidense, secundada por Israel, permitió que la Asamblea General de Naciones Unidas sacara adelante el texto sin votos en contra y rozando la unanimidad, ya que los otros 191 Estados miembros se pronunciaron a favor.


"Estados Unidos siempre ha votado contra esta resolución. Hoy, Estados Unidos se va a abstener", anunció minutos antes del voto la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, en unas palabras recibidas con una gran ovación del resto de países.

Según Power, este texto que se aprueba anualmente desde 1992 "es un ejemplo perfecto de por qué la política estadounidense de aislar a Cuba no estaba funcionando".

"En lugar de aislar a Cuba, nuestra política aislaba a EE.UU. Incluido justo aquí en Naciones Unidas", apuntó Power.

La abstención, que EE.UU. ya había considerado el pasado año, va en línea con la voluntad del presidente, Barack Obama, de poner fin al embargo, algo que defiende desde que en diciembre de 2014 se inició el acercamiento bilateral entre los dos países.

Además de ser un claro mensaje de cambio hacia el exterior, el voto de EE.UU. va también en clave interna, pues el levantamiento está en manos del Congreso del país.

Allí, la mayoría republicana sigue abogando por mantenerlo, tal y como dejó claro este mes el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en respuesta a las últimas medidas anunciadas por Obama para aliviar las restricciones económicas.

Con la vista puesta en el cercano final de su mandato, el presidente estadounidense emitió hace menos de dos semanas una directiva que trata de sellar su política de apertura hacia Cuba y hacerla irreversible.

La resolución aprobada este miércoles en la ONU reconoce la postura del presidente estadounidense y considera "positivas" las acciones ejecutivas que ha ido tomando para relajar el embargo.

Sin embargo, defiende que estas "siguen teniendo un alcance limitado" y llama a derogar por completo la política.

El mensaje es parecido al que expresó Cuba tras conocer la decisión de EE.UU.: la abstención en Naciones Unidas es "un paso positivo", pero el bloqueo continúa y lo importante es que termine.

Cuba cuenta desde hace años con un respaldo prácticamente unánime del mundo en este sentido y muchos países reiteraron este miércoles el, a su juicio, carácter ilegal e injusto del embargo.

EE.UU, mientras tanto, defendió que siempre ha cumplido con las normas internacionales y expresó su rechazo a las partes de la resolución que sugieren lo contrario.

Además, dejó claro que querer acabar con el embargo "no significa que EE.UU. está de acuerdo con todas las políticas y prácticas del gobierno cubano".