Según el gobierno turco, el atacante de Estambul “no era vigilado”, sino que entró a Turquía como un migrante común del cual, ahora, se investigarán todos sus vínculos. “Turquía está trabajando para encontrar a los verdaderos actores detrás de este ataque, en el que Daesh (sigla en árabe para el EI) fue usado como un subcontratado", denunció el primer primer ministro, Ahmet Davutoglu, ante la prensa.

El atacante suicida que se inmoló ayer en la zona turística de Sultanahmet fue identificado hoy por Ankara como Nabil Fadli, un sirio de 28 años, informó la agencia de noticias EFE.

Desde el comienzo de la guerra civil en Siria, en 2011, más de dos millones de refugiados cruzaron la frontera con Turquía.

A fin de 2015, a cambio de una promesa de ayuda millonaria, la UE, con el auspicio de Alemania, firmó un acuerdo con Turquía para detener el paso de los cientos de miles que escapan de conflictos armados, represión y pobreza.

Mientras en los primeros años se construyeron masivos campos de refugiados en el territorio turco, durante 2015 cientos de miles de personas, entre ellos sirios, utilizaron ese país como lugar de tránsito hacia la Unión Europea (UE).

A fin del año pasado, la UE, con el auspicio de Alemania, firmó un acuerdo con Turquía para detener el paso de los cientos de miles que escapan de conflictos armados, represión y pobreza antes de que lleguen a las fronteras del bloque regional, la mayoría de ellos sirios que huyen del gobierno de Bashar al Assad y de los milicianos del EI.

A cambio de una promesa de ayuda millonaria, Ankara aceptó cerrar y reforzar la seguridad de su frontera con la UE.

En los hechos esto implica que, además de los casi dos millones de refugiados sirios que se instalaron en territorio turco a través de los últimos cinco años de guerra civil, ahora también quedarán atrapados los que intenten seguir los pasos de los que cruzaron el país el año pasado para llegar a suelo europeo y pedir asilo político en los países más ricos del norte del continente.

Davutoglu además informó a la prensa que cuatro sospechosos fueron detenidos hoy por presuntos vínculos con el atentado de Estambul, mientras que horas antes su ministro de Interior, Efkan Ala, había anunciado una primera detención.

“Una persona fue detenida en operaciones llevadas a cabo ayer por la tarde. La investigación continúa de manera intensiva”, subrayó Ala en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo alemán Thomas de Maiziere, quien confirmó que las 10 víctimas eran turistas alemanes.

Maiziere, quien viajó a Turquía para seguir de cerca la investigación del atentado, trabajó todo el día codo a codo con su colega turco y coordinó esfuerzos para identificar a las víctimas y dar con los responsables de la matanza. El gobierno turco no dio demasiados detalles sobre Fadli, el atacante suicida.

Sin embargo, el portal de noticias Hurriyet Daily News, uno de los más importantes del país euroasiático, publicó que Fadli se registró el 5 de enero pasado en una oficina de inmigración en Estambul.

A partir de la guerra civil siria y del creciente flujo de refugiados, los ciudadanos del país vecino cuentan con un ingreso privilegiado en Turquía.

“Pero (Fadli) no se encontraba en ninguna lista de personas buscadas y tampoco estaba su nombre en la lista de posibles terroristas que nos suministran los diferentes países”, lamentó Ala, quien solicitó “mayor cooperación internacional” para luchar contra el “terrorismo global", que calificó como "el principal problema al que se enfrenta la humanidad este siglo”.

En las horas siguientes al atentado, la unidad de lucha antiterrorista de la policía turca realizó 21 arrestos en la provincia de Sanliurfa, fronteriza con Siria

El ministro del Interior turco anunció también que tres ciudadanos rusos fueron arrestados en la provincia de Antalya por presuntos vínculos con el EI, la milicia señalada como responsable del atentado de ayer por Ankara, y que en su casa se encontró material que indica que habrían sido una célula de apoyo logístico para potenciales atacantes.

Además, en las horas siguientes al atentado en el barrio Sultanahmet de Estambul, la unidad de lucha antiterrorista de la policía turca realizó 21 arrestos en la provincia de Sanliurfa, fronteriza con Siria, en donde sospechan que una célula se dedicaba a organizar el paso de milicianos islamistas entre un país y otro y, según la agencia de noticias estatal Anatolia, “preparaba acciones en el interior de Turquía”.

Mientras el gobierno turco sostiene que el EI fue responsable del atentado que mató a 10 alemanes e hirió a otros 15 extranjeros, la mayoría de la misma nacionalidad, la milicia islamista, que enfrenta militarmente a las principales potencias del mundo en Irak y Siria, aún no hizo ninguna declaración al respecto.

Hace poco más de un mes, el gobierno de Angela Merkel y su mayoría en el Parlamento alemán aprobaron enviar seis aviones de reconocimiento y 1.200 tropas para reforzar la coalición militar internacional liderada por Estados Unidos, que desde hace casi un año y medio bombardea las posiciones del EI en Siria.

Durante el debate parlamentario, varias voces opositores habían advertido que esta decisión podía provocar una reacción del grupo islamista en forma de nuevos atentados.