“Está absolutamente probada la conexión física entre la whiskería y el hotel”, dijo este martes la jueza Alejandra Rodenas en referencia al espacio que une al clausurado sexy bar La Rosa y el alojamiento lindero, ambos propiedad de Juan Cabrera.

La magistrada además sostuvo que además de las trabajadoras que defienden al Indio Blanco y niegan que sea proxeneta, “hay un grupo de mujeres que mencionaron otro tipo de relación comercial”.

En diálogo con el programa De 12 a 14 (El Tres), Rodenas explicó que el accionar por el que está siendo investigado Cabrera “prevé una pena de cumplimiento efectivo de 4 a 6 años que impide la excarcelación”.

La jueza negó que haya existido maltrato a las trabajadoras de La Rosa y sostuvo eso se puede comprobar porque el operativo “está filmado”.

Rodenas explicó que se detectaron al menos “tres conexiones” entre la whiskería y el hotel alojamiento y también se filmó cuando dos alternadoras salían con clientes de un lugar a otro.