Desde la Dirección General de Migraciones se refirieron al caso de Bobby Akwaowo, el joven nigeriano que llegó de forma clandestina al país y que fue deportado. Expresaron que, técnicamente, "no entró" a Argentina y agregó que la mujer que lo quiere adoptar debe realizar una serie de trámites para que ingrese formalmente.

En diálogo con el programa A Diario (Radio 2) que conduce Alberto Lotuf, el delegado de la Dirección General de Migraciones sede Rosario, Germán Pugnaloni, explicó que Bobby no tenía documentación de su país de origen, Nigeria, y que su declaración no indicaba que había arribado a Argentina por "persecución política o religiosa o en busca de un refugio".

"Vino el cónsul nigeriano. Tras la entrevista lo documentaron. Hay que destacar que la detección del joven se hace en coordinación con la agencia marítima donde se encontró. La situación se informó diez días antes de que el barco llegue al puerto", señaló.

Pugnaloni agregó que el chico "técnicamente no entró al país porque no tenía visado consular ni documentación del país de origen". "(Bobby) es menor, tiene tres hermanos y mamá. La legislación nacional nos exige reconducirlo en el menor tiempo posible por convención internacional sobre los derechos del niño y la ley nacional de migraciones", relató.

Consultado por la posibilidad de que la mujer que intentaba adoptar a Bobby pueda hacerlo aunque el joven se encuentre en Nigeria, el funcionario destacó: "La ley prevé que cualquier persona o persona jurídica pueda presentarse para requerir a una persona del extranjero. Para eso hay que cumplir una serie de requisitos, como acreditar que tendrá alimentación, vivienda, posibilidad de educación y un puesto de trabajo".