“Yo le agregaría ¿para qué nos enfermemos?”, comienza a decirnos Mariño para afirmar: “acá hay dos escuelas y de acuerdo al lugar dónde veamos y elaboremos las respuestas del por qué y para qué y de qué nos enfermamos, va ser la estrategia que empleemos con ese paciente. Yo creo que la medicina ortodoxa ha incluido en ese menú a virus bacterias oncógenes receptores autoinmunidad fallas del sistema en el cuerpo humano y ha dejado al factor humano, al factor vivencial, el factor entorno. Hoy la medicina recurre a la epigenética que se ocupa de observar a todo lo que rodea al ser humano. Yo creo que el factor vivencial es clave; yo siempre detrás de una historia clínica que describe la enfermedad, si me remito a qué le paso a ese paciente en el último mes, me explica lo que le pasó en la vida y cómo ésta repercutió en su biología. Desde no hace mucho tiempo, la medicina incorporó un nuevo espacio que es la medicina narrativa lo que nos obliga a escuchar no sólo desde el momento que se enfermó el paciente sino tratar de escuchar el último trimestre por lo menos de ese paciente , lo que nos va a llevar a encontrarnos con explicaciones que tendrán que ver con la respuesta biológica que dio su organismo al enfermarse".

- Doctor Mariño, cuestiones emocionales producidas por hechos de la vida, ¿pueden repercutir en un órgano determinado, unos meses después?

- Sí. Pueden. Hay cuestiones vivenciales que tienen respuestas inmediatas, mientras que otros eventos tienen repercusión diferida. Hay un análisis del cerebro humano gestionando esa historia hasta que se genera un obstáculo que es el impedimento al procesamiento de la historia de ese hecho ocurrido. El órgano que se enferma viene a expresar ese impedimento según la medicina biológica. Entonces tenemos la manifestación biológica como expresión de esa circunstancia vivida.

- ¿Podemos sospechar que la enfermedad viene en ayuda a la solución de ese obstáculo en el procesamiento del hecho vivido?

- Sí. Podría ser así, claramente.

- ¿Pero ahora tenemos a la enfermedad?

- Sí, pero si ella tiene solución, ayuda porque deja de ser la enfermedad un problema para pasar a ser la solución. Este argumento cada vez toma más fuerza.

Escuchamos muy a menudo cuando ayudamos al paciente a unir hecho histórico con la aparición de la enfermedad, nos dicen “entonces la muerte de mi padre, la pérdida del trabajo, etc, hizo que bajaran mis defensas, y a partir de allí, la bacteria y el oncogén aprovecharon”. Ahí hace la aparición la medicina ortodoxa explicando el proceso. Pero es probable que desde las vivencias de la vida diaria, y no de cualquier vivencia, actúen como llaves que habilitan a la biología a expresarse.

Nunca dejaría el relato vivencial fuera de la ecuación.

- Para volver a dónde empezamos, ¿en el establecimiento de ese vínculo paciente médico se abre el espacio para que el paciente exprese “todo” y el médico pueda ayudar a armar ese historia desde el lado del proceso salud enfermedad?

Sí. Absolutamente. El paciente no sabe de esa conexión entre lo que le paso que se conecta con la biología; porque hoy el paradigma de la salud no lo conecta.

- ¿El médico establece ese puente para que el paciente pueda comprender?

- Sí y según el modelo biológico para que en el futuro le sirva al paciente como un modelo de autogestión ya que está más conectado. No va a necesitar tanto del médico. Lo que nos lleva a intensificar en nosotros el desarrollo de la habilidad de escuchar el relato del paciente; porque si no la enfermedad termina por ser el obstáculo; focalizamos más en la enfermedad que en el individuo.

La pregunta a hacernos es cuáles son los dos mayores obstáculos entre el médico y el paciente; el primero es la enfermedad; el segundo es la obra social, la que tendría que ser un facilitador se transforma muchas veces en obstáculo, al fijar un tiempo escaso para la consulta al no reconocer los honorarios médicos suficientes para poder destinar el tiempo para establecer un vínculo razonable.

- ¿Representarán un tercer obstáculo los hábitos poco saludables que practicamos y que nos cuestan tanto corregir?

- Ahí volvemos a la palabra clave; una vez que establecimos el vínculo empezamos hablar de cuáles son los impedimentos; y, a partir de los impedimentos y de los no puedo, nos enfocamos en cómo habilitamos estrategias que nos permitan adherirnos a la recomendación del médico sobre qué es lo que más nos conviene en materia de hábitos para mi salud y si podremos sostenerlos en el tiempo. Todo lo cual requiere de un proceso.

Dr. Marcelo Mariño Matrícula: 11937
Especialidad: Clínica Médica
Lugar de Trabajo: Departamento de Clínica Médica del Sanatorio Británico
Consultorios del Británico Jujuy 1540, 4to pido