Mediante un trabajo de campo, desarrollado por nueve docentes de la Universidad del Comahue (UNCo) y de la UFLO, en las ciudades de Neuquén, Cipolletti y Bariloche, los profesionales pudieron constatar, en esta etapa de conclusiones fundamentales, que las prácticas artísticas corporales y alternativas se constituyen como productoras efectivas de cultura. Por otro lado, también se analizó cuán interesante sería incluir estas prácticas en la formación de los futuros profesionales del campo.

Rolando Schnaidler es profesor de Educación Física y magíster en Tiempo libre y Recreación. Desde hace varios años se desempeña como investigador y docente en las dos universidades mencionadas. En esta investigación, junto a la directora de la carrera de Actividad Física y Deporte en la UFLO, Mariana de Ferraris, como co-directora, llevan adelante el proyecto que tiene como propuesta de investigación indagar y analizar aquellas prácticas corporales enmarcadas en las categorías “artísticas y recreativas”. Éstas adquieren características particulares en los ámbitos institucionales, en formaciones y lugares de producción de cultura como escuelas, escuelas de danza, clubes, centros comunitarios y espacios públicos urbanos, donde niños y jóvenes se agrupan y conforman diversos tipos de organización para el aprendizaje y la práctica de actividades corporales.

“Hemos finalizado el trabajo de campo con profesionales de diferentes áreas como maestras jardineras, antropólogos, musicoterapeutas, profesores de Educación Física, entre otros. La investigación consiste en conocer la perspectiva de estos grupos integrándose activamente dentro de ellos, es decir, si en los grupos bailan, bailamos; si en los grupos hacen murga, aprenderemos murga”, detalló el especialista.

“La mayoría de las personas que se inserta en estos grupos de tipo alternativo piensa que su único propósito es el de buscar un espacio para la recreación y el tiempo libre. Nos parece valiosa esa apreciación, pero lo que vemos, en esta nueva manera de expresar con el cuerpo y en el tipo de propuesta que se busca para la práctica, que estas formas alternativas se convierten en efectivos modos de lo que está ‘por venir’ en el espectro de la cultura neuquina y de la región. Consideran que sólo van a recrearse. Sin embargo, nuestra hipótesis es que los individuos participan en presentaciones y se vinculan a la sociedad como reales formadores de cultura”, agregó.

Repensar las metodologías

Por otro lado, Schnaidler indicó que, basado en la investigación, considera una verdadera innovación pedagógica para las actividades el permitir repensar la clase de educación física.

“Lo que nos lleva a analizar que éstas no deberían necesariamente responder a la clase tradicional. La escuela podría transformarse e incluir espacios de talleres de actividad corporal. Esto se ve en varios colegios privados y con menos frecuencia en el ámbito público”, indicó.

“Considero que hay que respetar los principios didácticos que tiene la práctica artística y de ahí aprender cómo implementarlos en la formación. La capacitación de los profesores de Actividad Física y Deporte tiene un tinte muy tradicional. Sin embargo, luego están las clases teóricas que indican que debemos renovarnos, innovar, mejorar nuestra pedagogía. Que los chicos no deben ser castigados, y que debemos abandonar el disciplinamiento corporal, pero en la práctica se sigue disciplinando. Nuestra propuesta es para la formación docente. Creemos que hay que implementar la práctica de la danza, del teatro, de los espectáculos circenses en la formación de los profesionales. Eso trae no sólo una nueva disciplina corporal sino que, además, conlleva una manera de pensar la didáctica de las actividades corporales”, finalizó el investigador.