El candidato liberal e independiente, Emmanuel Macron, ganó este domingo la primera vuelta presidencial con más del 23% de los votos y se enfrentará en dos semanas en un balotaje con la ultraderechista Marine Le Pen, quien se ubicó segunda con cerca del 22% de los sufragios, según los resultados oficiales del conteo.

Macron obtenía el 23,36% de los votos, con una leve ventaja sobre Le Pen, a quien un avanzado escrutinio oficial del 85% del padrón nacional francés le adjudicaba un 22,42% de los sufragios, informó el Ministerio del Interior en su sitio web.

Estos resultados parciales colocaban tercero al ex primer ministro conservador Francois Fillon, con un 19,80% de los votos, apenas por delante del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con un 19,18%.

Mientras Macron y Le Pen festejaban, y Fillon y el socialista Benoit Hamon reconocieron su derrota y llamaron a votar por Macron en la segunda vuelta, el izquierdista Mélenchon pidió esperar hasta el final del escrutinio para hacer un análisis de la jornada electoral y adelantó que no llamará a votar por ninguno de los dos candidatos en el balotaje.

De confirmarse esta tendencia, Macron y Le Pen pasaban a la segunda vuelta presidencial y disputarán la Presidencia de Francia el próximo 7 de mayo.

“Un claro giro”

"La vida política francesa ha dado un giro de manera clara", celebró el propio Macron en su primera declaración tras conocerse los primeros sondeos de boca de urna, según la agencia de noticias ANSA. El saliente presidente Francois Hollande llamó a Macron para felicitarlo por el resultado.

La alegría entre los partidarios del candidato liberal se multiplicó ya que los sondeos ubicaron segunda a Le Pen, una candidata que polariza a todo el electorado francés y a quien las encuestas le auguran una derrota en la segunda vuelta electoral.

Pese a ello, el xenófobo partido del Frente Nacional (FN) celebró el segundo lugar de su líder. Le Pen, desde el norte del país, dijo que propondrá "una gran alternativa" y aseguró que "es hora de liberar al pueblo francés".

Será la primera vez que los dos grandes partidos que dominaron la política francesa en los últimos 40 años, los conservadores -Los Republicanos de Fillon- y el hoy oficialista Partido Socialista (PS) no llegan a la segunda vuelta y, por lo tanto, no pelearán por la Presidencia de la potencia europea.

La jornada electoral comenzó el sábado en los territorios franceses de ultramar en la Polinesia, el Caribe y también en las sedes diplomáticas de todo el mundo -incluida la Argentina- para que los franceses residentes en el extranjero puedan sufragar.

Más de 50.000 policías y gendarmes, apoyados por 7.000 soldados, fueron movilizados para proteger los comicios, que tuvieron lugar tres días después de un ataque que mató a un policía en los Campos Elíseos de París.

Se trata de la primera vez que Francia vota en unas elecciones presidenciales bajo un estado de emergencia, que entró en vigor hace casi dos años, luego de los atentados yihadistas del 13 noviembre del 2015.

Pese a esto, algunos boca de urna ubicaron a la abstención entre el 20 y el 23% del padrón de 45,67 millones de personas, un porcentaje apenas más alto que en las últimas elecciones presidenciales.