Desde la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario se promovió un proyecto de ley que fue sancionado en la Cámara de Diputados de Santa Fe, que establece la obligatoriedad de la realización de un examen llamado “pesquisa del reflejo rojo pupilar” para todos los recién nacidos hasta los cuatro años, en el territorio de esa provincia.

Cuando el doctor Alejo Vercesi cursaba su residencia de Oftalmología en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela tuvo que examinar a una niña de tres años y detectó que su pupila, en lugar de ser negra, era blanca debido a un tumor maligno de la retina que afecta principalmente a niños. Puede situarse en uno o ambos ojos pero en general, no suele expandirse a otras partes del cuerpo. Se trató de una "retinoblastoma", es decir, un cáncer en la retina. En esa oportunidad, la paciente fue sometida a una intervención pero al año falleció, debido a la metástasis que ya presentaba la enfermedad.

“Si se le hubiera hecho antes un examen de reflejo rojo pupilar podría haberse detectado a tiempo la patología”, indica a Argentina Investiga el ahora titular de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quien considera que esa experiencia lo marcó para impulsar un cambio en la legislación.

En la provincia de Santa Fe existe una ley de examen médico visual y auditivo al ingreso escolar; sin embargo, numerosos diagnósticos de enfermedades en los niños que pueden realizarse a esa edad ya no tienen tratamiento porque el desarrollo visual se produce, principalmente, en los primeros cuatro años de vida, según explica el especialista.

Por esta razón, promovió un proyecto de ley que finalmente fue sancionado en la Cámara de Diputados de Santa Fe, que establece la obligatoriedad de la realización de un examen llamado “pesquisa del reflejo rojo pupilar” para todos los recién nacidos hasta los cuatro años, en el territorio de esa provincia. Asimismo, cuenta con media sanción en el Senado para convertirse en ley nacional. Esta práctica anual podrá realizarse en los establecimientos públicos o privados de salud y deberá constar en un certificado médico expedido por el profesional.

Se trata de “un test práctico y simple” que harán los neonatólogos como parte del examen pediátrico básico y que no estaba incorporado hasta ahora. Para realizarlo sólo se necesita un oftalmoscopio directo, un instrumento de bajo costo que posee un sistema de observación e iluminación para constatar si el reflejo rojo pupilar está presente o ausente, así como las características de su brillo y color.

De acuerdo a los datos estadísticos, el 80 % de los casos de ceguera infantil en nuestro país son evitables, el 20 % son prevenibles y el 60 % puede tratarse. “Esta práctica puede prevenir la ceguera infantil, cuyas causas están asociadas a la pobreza y a la falta de acceso a servicios de atención oftalmológicos”, sostiene el investigador, “así como también una serie de enfermedades oculares que pueden producir pérdida parcial o total de la visión y deben ser detectadas en el nacimiento y primer año de vida”.