La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) reconoce que los sistemas de salud del siglo XXI afrontan nuevos desafíos para lograr las metas de salud nacionales e internacionales ante un mundo globalizado.

La Agenda de Salud para las Américas 2008-2017, lanzado en 2007 por los ministerios y secretarios de salud de la región, establece un conjunto ambicioso de prioridades y compromisos, los cuales - igual como aquellos establecidos por la Declaración de los Objetivos de Desarrollo de Milenio - requieren de una acción intersectorial e internacional para su logro de una manera equitativa y solidaria. El derecho a la salud, la seguridad humana en salud, la introducción de nuevas tecnologías, la apertura de fronteras al comercio, la creciente migración de las poblaciones, y la profundización de los procesos de integración regional y subregional han creado nuevas y urgentes exigencias para los Estados.

A los líderes con acciones en salud se les pide cada vez más que formulen y ejecuten acciones tomando en cuenta tratados y acuerdos bilaterales y multilaterales. Igualmente se les exige acciones intersectoriales para lograr el equilibrio entre el crecimiento económico y el desarrollo social en una economía de mercado. El desafío de la equidad es un imperativo para los líderes que incluye su comprensión sobre los determinantes sociales de la salud y la apertura hacia la formulación y aplicación de políticas públicas intersectoriales entre países para afrontar problemas comunes. Paralelo a esto, la emergencia de nuevos actores, alianzas y estructuras, ha alterado la dinámica en la definición de la agenda sanitaria global y plantea nuevos desafíos para la cooperación internacional y para los países que intentan conciliar los intereses de estos actores con sus propias prioridades nacionales.

Este escenario internacional exige la formación de recursos humanos -tanto de la salud pública como de las relaciones internacionales y otros campos- que estén no solamente técnicamente preparados sino que también poseen una comprensión profunda de las fuerzas internacionales y sus repercusiones sobre la salud lo cual les permite analizar, definir, abogar y proyectar efectivamente sus intereses nacionales en salud dentro de este contexto complejo global.

La OPS asumirá los costos de implementación de los componentes virtuales del programa para los candidatos seleccionados. La inclusión de un componente presencial es posible, dependiendo de la identificación de recursos adicionales. A fines de marzo se conocerán los candidatos elegidos.

 

Fuente: paho.org