Fabio Páez y Verónica Camargo no tienen consuelo por la muerte de su hija Chiara, asesinada a golpes estando embarazada y luego enterrada. Tampoco pueden entender que tremendo acto haya sido cometido por Manuel, un chico de sólo 16 años, que hacía 8 meses era su novio. Ambos hablaron en el programa A Diario, de Alberto Lotuf (Radio 2) sobre la relación que mantenían, lo que pensaban del joven y sus creencias respecto a los responsables del homicidio.

La mamá de Chiara consideró que su hija y el novio estaban “aparentemente bien” en su relación. Confió que “no estaban muy convencidos” de tener el bebé pero habían decidido seguir adelante con el embarazo. Incluso, señaló que esta semana habían planeado ver a un médico para que atendiera a la niña. “Tenían un noviazgo de adolescentes, no estaban siempre juntos”, sostuvo sobre el vínculo que mantenían. “Estaban aparentemente bien”, remarcó.

Nada hacía pensar que Manuel pudiera ser peligroso. Esa sensación la comparte Fabio, el papá de Chiara, quien descartó al aire que haya habido alguna señal que les hiciese sospechar del chico. Lo mismo para con el resto de la familia: “Todo se hace más macabro porque jamás se pensó en esto. El chico iba a la casa a tomar la leche, a cenar y almorzar. Hacía 8 meses que era el novio”, observó y advirtió al respecto: “Chiara era una nena que nunca andaba tarde, incluso esa noche salió a las 12 de la casa de sus amigas con el novio como para traerla a su casa”.

“No tenemos nada para pensar que esto iba a terminar así, ningún antecedente”, evaluó y agregó como refuerzo: “Él hacía lo que ella decía”.

Para Fabio, se trató de un “plan macabro” y consideró que Manuel sufre una “psicopatía”. Explicó al respecto: “Llamaba para ver si la habíamos encontrado, es una mente enferma. Esto lo hace aún más de terror”, dijo. “A mi hija no la voy a tener más y es un dolor que no me lo voy a sacar más pero que esto sirva para no suceda más, que no existan más muertes de criaturas por mentes enfermas”, subrayó y reclamó acciones de prevención al respecto.

Como esgrimió en otras declaraciones mediáticas, consideró que el crimen fue perpetuado por varios. “Yo no tengo dudas de que participó más de una persona, para matarla, enterrarla, moverla cuando era una chica de 1.70 de altura y unos 65 kilos. No es fácil manipular un cuerpo”, evaluó. También destacó: “No hay manera de que no escuchen que matan a alguien en el patio, los gritos, la pala y encima le tiraron fierros encima. No hablamos de una finca de 3 manzanas, sino de un patio de 10 por 20”.

Consultado sobre el papá del chico, un empleado policial que lo acompañó a entregarse a la seccional, descartó su participación con el homicidio: “No vive en la casa, tengo la seguridad de que no participó”, dijo pero destacó su duda en cuanto a que pudo haber sabido lo hecho por su hijo ya que la presentación ante la comisaría se concretó cuando estaban por arribar los perros policiales a la vivienda. “Cargó al chico y lo llevó cuando estábamos a dos cuadras, esa es la duda, si se enteró ahí o ya sabía. Si es así, es un encubridor más”, apuntó.

Luego, se refirió al hecho de que el padrastro de Manuel haya sido boxeador. “Tengo mis dudas porque hubo un trabajo de fuerza. Dudo de toda la familia porque esto no lo hizo una sola persona. Fue todo muy perverso”.