El secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos participó del acto encabezado por el ministro de Planificación, Julio De Vido y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, donde se firmaron los contratos de trabajo para la provisión de cañería y ejecución de la segunda etapa del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) que alcanzará a 80 localidades de las provincias de Formosa, Chaco y Santa Fe. También criticó al gobierno provincial al decir que “sus prioridades no tienen que ver con el desarrollo del interior”

La segunda etapa comprende un tramo de cañería troncal de 24 pulgadas que se extiende a lo largo de  798 kilómetros, alcanzando a 80 localidades de las provincias de Formosa, Chaco y Santa Fe. Sólo en esta última provincia el gasoducto recorre 265 kilómetros, lo que permitirá dotar con gas natural a las localidades de Llambí Campbell, Emilia, Gobernador Crespo, Nelson, Escalada, Cello, Ramayón, San Justo, Vera y Pintado, Videla, La Criolla, Calchaquí, Margarita y Colonia Silva.

El GNEA comprende en total la construcción de 4.131 kilómetros de cañería, con 3 etapas de ejecución para tramos troncales de 1.448 km de extensión que se instalarán a lo largo de seis provincias, junto a más de 2.680 kilómetros de gasoductos de derivación y las redes domiciliarias. La inversión total en construcción y compra de cañerías, para esta segunda etapa asciende a 11.348 millones de pesos.

Ramos y Perotti, celebraron la realización de esta obra fundamental y estratégica para Santa Fe, y otras provincias del norte argentino.

 “Es la obra que va a cambiar las posibilidades de desarrollo para nuestra provincia”, consideró Ramos, tras remarcar que el proyecto es un claro ejemplo de un Estado federal, que tiene la “firme decisión” de generar infraestructura en el interior de nuestra provincia y en las zonas más postergadas”.

“Es una obra esencial que estamos anunciando un 14 de enero, con el gobierno en pleno, trabajando”, contextualizó De Vido, luego de asegurar que la ejecución redundará inmediatamente en “más fuentes de trabajo, mayor actividad económica en los pueblos, y fundamentalmente la posibilidad de mejorar la calidad de vida de una región que históricamente fue postergada”.

En ese sentido, De Vido agradeció la presencia de funcionarios de la primera plana nacional, junto a intendentes, legisladores y presidentes comunales, además de empresarios de distintos sectores industriales, como la construcción, la alimentación y la siderurgia.

“Esto conllevará la industrialización de nuestra zona, generando un gran impacto en la generación de puestos de trabajo”, coincidió Ramos. Pero además, la llegada del gas natural “cambiará la matriz productiva, ya que al mejorarse la matriz energética, generamos condiciones para que estas zonas productivas atraigan a industrias que den mayor valor agregado a la producción”, completó.

“Estas obras generan una gran posibilidad de trabajo y desarrollo, además de mayor actividad económica en la región, ya que cuando hay industrias hay trabajo y cuando hay trabajo hay posibilidad de que nuestros pueblos se desarrollen y consoliden”, expresó Ramos.

Por su parte, De Vido exhortó a los gobiernos provinciales de Córdoba y Santa Fe a que firmen el convenio de convergencia tarifaria con la Nación, para avanzar en el “fortalecimiento de la infraestructura energética”. La convergencia, que ya alcanza a 80% de la población total del país, explicó, “significa más inversión en obras públicas de infraestructura eléctrica”, pero fundamentalmente “significa seguir manteniendo un esquema de tarifas populares, que impulse y promueva el consumo de energía, pero fundamentalmente que mejore la calidad de vida de nuestra gente”.

Al respecto, Ramos se lamentó de que Santa Fe no haya adherido al convenio, que “tiene como único objetivo que no se aumente la tarifa, y por otro lado, permitiría al gobierno nacional financiar las obras que el gobierno provincial no ha hecho”.

“El problema no es nada más de la región norte”, agregó: “en Rosario, la construcción está prácticamente paralizada porque no se han hecho las extensiones del gas natural. De allí la importancia de estas obras de infraestructura, que van a cambiar la historia y van a generar una matriz productiva totalmente distinta, para saldar esa ausencia que tenemos en el centro y norte de nuestra provincia”.

En ese sentido, Ramos también criticó a la administración provincial, que “gasta el 92% de los recursos que administra en una estructura burocrática” y concentrada en Santa Fe y Rosario. Sólo “el 8% restante lo distribuye entre más de 312 comunas y los 50 municipios de la provincia”, reclamó. “Está claro que las prioridades del gobierno socialista, no tienen que ver con el desarrollo del interior”, subrayó.

“Lo único que hace falta es un Estado presente, que genere infraestructura y condiciones para el desarrollo, porque el resto viene solo”, continuó. Para ello, “el Estado tiene que invertir. El GNEA sale $ 8.000 millones en la provincia, y su realización en total, implica casi 3.000 millones de dólares. Beneficia a 3,5 millones de argentinos. Está claro que hay decisiones políticas que requieren inversión”, finalizó.

Además de los funcionarios nacionales, asistieron a la presentación la diputada provincial Erika Gonnet y un nutrido grupo de intendentes y presidentes comunales de la provincia de Santa Fe que acompañaron a Ramos.