No es que le esté por llegar el momento del retiro, pero el tenista suizo Roger Federer confesó en una jugosa entrevista, entre otras cosas, qué le gustaría hacer de su vida cuando abandone la raqueta. Y el número uno del mundo tiene un sueño: “Me gustaría ser como Lenny Kravitz", arrojó con una sonrisa.
Lo de Federer y Kravitz –cantante neoyorquino de 42 años y figura de algo definible como rock-pop– fue una especie de "flechazo", según confesó el propio Roger en diálogo con la agencia DPA.
"Lo vi en vivo en París, y me conmovió tanto su forma de relacionarse con el público, cómo se lo ovacionaba, ¡cómo yo mismo gritaba! Tengo que admitirlo: es algo que me gustaría vivir", agregó.
Sin embargo, ocupado como está ahora en romper todos los records del tenis y justificar el calificativo de "mejor de la historia" que ya le imponen muchos, Federer no tiene tiempo para explotar su costado musical, aunque lo intentó hace un par de temporadas.
"Empecé con la flauta dulce, y después con el piano. Pero era demasiado haragán y ya después de una semana dejé de practicar y, con el tiempo, lo dejé del todo. Hace ya dos años de eso. Me gustaría tocar la guitarra, pero... no tengo tiempo".
Y mantiene la humildad cuando se lo consulta sobre los halagos por su predominio absoluto en los courts de todo el mundo: "Estoy muy lejos aún de ser el mejor jugador de todos los tiempos en el tenis", opinó el suizo, campeón de diez torneos de Grand Slam y dueño de un récord de 164 semanas consecutivas al frente del ranking mundial. “Realmente a veces es demasiado para mí", añadió.
Lo de Federer y Kravitz –cantante neoyorquino de 42 años y figura de algo definible como rock-pop– fue una especie de "flechazo", según confesó el propio Roger en diálogo con la agencia DPA.
"Lo vi en vivo en París, y me conmovió tanto su forma de relacionarse con el público, cómo se lo ovacionaba, ¡cómo yo mismo gritaba! Tengo que admitirlo: es algo que me gustaría vivir", agregó.
Sin embargo, ocupado como está ahora en romper todos los records del tenis y justificar el calificativo de "mejor de la historia" que ya le imponen muchos, Federer no tiene tiempo para explotar su costado musical, aunque lo intentó hace un par de temporadas.
"Empecé con la flauta dulce, y después con el piano. Pero era demasiado haragán y ya después de una semana dejé de practicar y, con el tiempo, lo dejé del todo. Hace ya dos años de eso. Me gustaría tocar la guitarra, pero... no tengo tiempo".
Y mantiene la humildad cuando se lo consulta sobre los halagos por su predominio absoluto en los courts de todo el mundo: "Estoy muy lejos aún de ser el mejor jugador de todos los tiempos en el tenis", opinó el suizo, campeón de diez torneos de Grand Slam y dueño de un récord de 164 semanas consecutivas al frente del ranking mundial. “Realmente a veces es demasiado para mí", añadió.