El panorama se repite cada año en Rosario, ante la proximidad de las vacaciones de verano. Cientos de personas que programan sus viajes necesitan aplicarse la vacuna contra la fiebre amarilla y se encuentran con una oferta demasiado limitada que los obliga a hacer largas colas para recibir la dosis.

En la ciudad, el único lugar que otorga el carnet de validez internacional de vacunación es la Unidad Sanitaria de Frontera, (en Rosario: delegación ubicada en Avenida Belgrano 836), por eso, los turistas se concentran en esa oficina para vacunarse.

El problema es que sólo se otorgan 200 turnos diarios, tres días a la semana, durante dos horas de atención al público, “el máximo posible” de acuerdo al personal de enfermería del que disponen, según afirmó en diálogo con el programa La Primera de la Tarde (Radio 2), el responsable de esa dependencia, Laureano Bongarzoni.

El funcionario aclaró que la vacuna se aplica durante todo el año, por lo cual sugiere a la población no agolparse en diciembre, enero y febrero. Recuerda, además, que “lo ideal es que los viajeros se vacunen 10 días antes de sus vacaciones, para garantizarse la inmunidad”.

La Unidad Sanitaria de Frontera atiende los días lunes y viernes, de 9.30 a 11.30 (turnos desde las 8), y miércoles de 11 a 13 (turnos desde las 10).