El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó este lunes la retirada de las fuerzas rusas que llevaban a cabo una operación de bombardeos aéreos en Siria, para combatir a grupos rebeldes, por considerar que han cumplido su misión de apoyo al gobierno local.

"Creo que la tarea que nuestras fuerzas armadas y el ministerio de Defensa tenían por delante se ha cumplido totalmente, por eso ordeno al ministro de Defensa que desde mañana (martes) comience la retirada de la mayor parte de nuestras fuerzas en Siria", anunció Putin, en una reunión con responsables de Defensa y Exteriores.

Putin hizo su sorpresivo anuncio en una intervención transmitida en vivo por la TV rusa horas después de que la ONU iniciara conversaciones de paz en Ginebra entre el gobierno y la oposición siria para tratar de frenar un conflicto que ya dejó más de 250.000 muertos desde su inicio, hace cinco años.

El vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo que Putin acordó y discutió la retirada con el presidente sirio, Bashar Al Assad, durante una conversación telefónica mantenida este lunes entre ambos presidentes.

El portavoz agregó que Al Assad agradeció a Putin por la ayuda militar, que en cinco meses y medio inclinó la balanza a favor de un Ejército sirio que pareció vencido y le permitió pasar a la ofensiva y recuperar extensos territorios, incluyendo algunos que no controlaba desde hacía más de tres años.

Putin dijo esperar que la decisión de retirar a las tropas facilite el proceso de negociaciones en Ginebra e informó que instruyó a la Cancillería rusa a que profundice sus esfuerzos para organizar y promover el diálogo entre los beligerantes mediados por Naciones Unidas.

Peskov agregó que Putin y Al Assad destacaron en su conversación que las fuerzas aéreas rusas permitieron "revertir la situación en la lucha contra el terrorismo, desorganizar la infraestructura de los milicianos (rebeldes sirios) e infligirles considerable daño".

Putin dijo a Al Assad que Rusia preservará sus instalaciones para operaciones aéreas en Siria a fin de supervisar el cumplimiento del alto el fuego que rige en el país desde fines del mes pasado, dijo el portavoz.

Rusia, aliada de Damasco desde hace décadas, comenzó su campaña de ataques aéreos en Siria el 30 de septiembre pasado, a pedido del propio Al Assad.

La intervención rusa desató tensiones con Estados Unidos, que afirmaba que los ataques rusos se centraban más en los grupos armados vinculados a la oposición apoyada por Occidente que en los grupos islamistas radicales Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, los objetivos declarados de los bombardeos de Rusia.