Solidaridad sin fronteras. La decisión de la familia de Evangelina, la beba fallecida en un accidente en Corrientes, de donar los órganos, salvó la vida de dos niños: Renzo Antonelli recibió su corazón y otra beba venezolana su hígado. Ambas ablaciones se realizaron con éxito, la primera el sábado pasado en el hospital Garraghan de Buenos Aires; la segunda, más reciente, en el Italiano de la misma ciudad.

Según publicó El Litoral, Aína Chacín, la mamá de la niña trasplantada se enteró que la donante de su hija es la misma que permitió a Renzo recibir su nuevo corazón. Agradecida, Chacín contó que la chiquita de dos años se encuentra en franca recuperación; padecía de cirrosis de nacimiento, razón por la cual se había trasladado desde el país caribeño a la capital porteña.

“Sólo supe que el donante era un niño de dos años oriundo de Corrientes, pero no me especificaron el sexo y que había fallecido recién a raíz de un accidente –recordó– pero el día de la ablación (domingo) cuando me enteré que llegó el corazón para Renzo estaba casi un 100 por ciento segura que la donante era la misma niña”.

Aína quiere ahora contactarse con la mamá de Evangelina y expresarle su profunda gratitud; contarle que debido a su decisión su nena “se está duplicando en otro niño; dos vidas que vuelven al mundo”.

Lamentablemente, los padres de Evangelina también estuvieron en el mismo accidente automovilístico que ella y actualmente permanecen internados: su padre, Isidro se encuentra en terapia intensiva; y su madre, Liliana en sala común. Ambos en el Hospital Escuela de Itatí. Por tal motivo, la familia pidió ayuda para la única hija que le queda al matrimonio, una nena de 5 años, que necesita asistencia psicológica, alojamiento y abrigo.