Al cumplirse un año de la extraña desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, el gobierno en Kuala Lumpur se comprometió este domingo a continuar con la búsqueda de los restos de la nave que transportaba a 239 personas de esa ciudad a Beijing en medio de las crecientes críticas de familiares de las víctimas. 

"No hay palabras para describir el dolor de los familiares de los que iban a bordo. La falta de respuestas y de una prueba definitiva -como los restos del avión- lo convirtió en algo aún más difícil de sobrellevar", escribió el primer ministro malayo, Najib Razak, en un comunicado oficial citado por la agencia de noticias EFE.

"Junto con nuestros socios internacionales, hemos seguido la poca evidencia que tenemos. Malasia sigue comprometida con la búsqueda y esperanzada de que el MH370 será encontrado", agregó el dirigente, sin agregar nada realmente nuevo al discurso oficial que vienen escuchando los familiares de las víctimas en los últimos meses. 

Los equipos de búsqueda ya barrieron el 43% de los 60.000 kilómetros, en donde los investigadores internacionales creen que se desplomó el Boeing 777-200 en el Océano Índico, y esperan completar el rastrillaje en mayo próximo. No está claro qué pasará si no encuentran ningún rastro. 

Ante la desesperación de los familiares de las víctimas y el sostenido interés de la opinión pública internacional, las autoridades difundieron hoy un informe preliminar, en el que los integrantes malayos del equipo internacional de investigación revelaron que las baterías del sistema de localización de las cajas negras habían caducado un año antes que el vuelo MH370 despegara en Kuala Lumpur con rumbo a Beijing. 

"El único objetivo de la investigación es la prevención de futuros accidentes o incidentes, no buscar culpables", destacó el informe de más de 580 páginas, que representa la primera conclusión oficial de la investigación internacional que comenzó semanas después de la desaparición de la nave. 

Los autores también afirmaron que el capitán del avión, Zaharie Ahmad Sha, no sufría problemas físicos ni mentales, y destacaron que carecía de un historial de ansiedad o irritabilidad.
"No hubo cambios significativos en su estilo de vida, conflictos interpersonales o estrés familiar", precisó el documento.

Los investigadores malayos tampoco encontraron movimientos sospechosos en las cuentas bancarias de Zaharie o del copiloto, Fariq Abdul Hamid, lo que contradice la teoría de que ellos habrían cometido sabotaje por alguna razón. 

Por el momento, la hipótesis con la que trabajan los expertos internacionales es que el Boeing 777 de Malaysian Airlines se estrelló hace exactamente un año en el Océano Índico, tras desviarse de su ruta entre Kuala Lumpur y Beijing. Las razones del desvío y de la caída aún se desconocen. 

La falta de información y de rastros físicos continúa dilatando el duelo y el dolor de los familiares de las 239 personas que desaparecieron con el vuelo MH370. 

Mientras la aerolínea realizó una pequeña conmemoración privada, hoy no hubo ningún acto o ceremonia oficial en Malasia por el primer aniversario de la desaparición del avión de Malaysia Airlines. 

Sin embargo, más de un centenar de familiares y amigos de las víctimas, convocados por el grupo de apoyo Voice 370, se congregaron en la capital malaya por su cuenta para rendir un homenaje a sus seres queridos. 

"Cuando llegamos aquí, no nos recibieron representantes de MAS (Malaysian Airlines) o del gobierno malayo, hemos tenido muchas dificultades", explicó a EFE una familiar china que perdió a su marido en el vuelo MH370.

La mujer, quien pidió no revelar su nombre por temor a represalias de las autoridades chinas, criticó al gobierno de Kuala Lumpur por la falta de comunicación, un hermetismo que calificó de "sospechoso".
En el acto celebrado por Voice 370 en el shopping Publika, algunos familiares no pudieron contener las lágrimas al ser abordados por decenas de fotógrafos, mientras otros de concentraron en firmar un manifiesto para pedir que no cese la búsqueda.

Pese a la promesa esbozada hoy por el premier malayo, en enero pasado, su gobierno había declarado la desaparición del avión como un accidente y a sus ocupantes como probablemente muertos.

Una parte de los familiares de los desaparecidos, mayormente un grupo de ciudadanos chinos, rechazaron hoy nuevamente esa declaración y denunciaron el "abandono" de Kuala Lumpur. 
Otras familias, sobre todo en Malasia y Australia, respaldaron en cambio la declaración del gobierno, que les permitirá recibir indemnizaciones por parte de las aseguradoras.

En China un grupo de familiares también organizó una ceremonia para recordar este primer aniversario.

Se reunieron desde primera hora de la mañana en el templo del Lama en Beijing y realizaron una ceremonia, rodeados por un nutrido operativo de seguridad, que evitó que los periodistas internacionales pudieran participar o hablar con los familiares de las víctimas.