El piquete de carreros realizado este miércoles a la mañana en Presidente Perón y Circunvalación en contra de la erradicación de la tracción a sangre de la ciudad fue levantado cerca de las 8.45, tras la intervención de la policía. Los trabajadores informales sostienen que con la medida se quedarán sin trabajo.

El periodista Fernando Carrafiello informó en Radiópolis (Radio 2) que una decena de carros tirados por caballo para el cirujeo fueron apostados en la intersección a modo de protesta. Los trabajadores informales exigían que no se les quite los caballos porque aseguran que esta situación los perjudicará laboralmente.

La medida de protesta tuvo un antecedente este martes, en inmediaciones de Sorrento y Travesía. Allí también quemaron gomas y negaron el paso a los vehículos por un tiempo. Cerca de las 8.45, el jefe de la Policía Miguel Oliva se presentó en el lugar y logró reactivar el tránsito. 

Los manifestantes se oponen al programa Andando, lanzado por la Municipalidad de Rosario a fin de reemplazar los animales por bicicletas o bien, otras alternativas de trabajo al cirujeo.

El destino de los caballos

El concejal Carlos Coscia presentó ayer un pedido para que se cree una comisión de seguimiento para el destino final de los animales provenientes de la aplicación de la ordenanza Nº 8.726/10, es decir, el programa Andando.

Según explicó, es necesario conformar una comisión “que controle el destino de semejante cantidad de animales y que permita ordenar la donación de los equinos de tal forma que permita resguardar la vida de los mismos en condiciones aptas, de acceso a la atención veterinaria y en condiciones dignas de vida, tal cual lo dispone la ley nacional de protección animal Nº 14.346”.

“Habremos dado un gran paso si esta ordenanza se cumple y el Programa Andando se lleva a cabo como pretende el Ejecutivo, pero debemos ser responsables y pensar en todas las arterias que conforman este proyecto. Por ello es preciso que controlemos y hagamos un seguimiento sobre el destino final de los caballos que serán retirados de las calles. Es importante cuidar la salud de estos animales y ponerlos en buen estado, ya que la mayoría proviene de haber transitado esfuerzos físicos excesivos y malos tratos”, sostuvo.

En conversación con Roberto Caferra, consideró que unas 3 mil familias viven hoy del cirujeo. “Es un gran negocio”, señaló y consideró: “Puede convertirse en una gran empresa que el Estado debe organizar, tiene que levantar galpones con condiciones de higiene, un lugar donde puedan dejar a sus niños, hay mucho por hacer pero tiene que haber una decisión política”.