​Mario Sepúlveda es un hombre especial y lo sabe. Esta particularidad no sólo radica en haber sobrevivido dos meses bajo tierra, junto a otros 32 mineros en Chile, sino en su propia estrella. Antes del derrumbe y el rescate –el hecho tuvo en vilo a todo el mundo en 2010–brillaba de optimsimo y esa luz salió fortalecida de las penumbras. A 5 años de esa experiencia tan cercana a la muerte, se estrena en Rosario este jueves en Rosario “Los 33”, la película que recrea esta historia real y en la que el minero es interpretado, nada más ni nada menos, que por Antonio Banderas.

En diálogo con el periodista Alberto Lotuf en A Diario (Radio 2), Sepúlveda, hoy devenido en motivador y conferencista –tiene su fundación y una página web propias– habló sobre esos días de encierro y las enseñanzas que aprendió durante esa estadía en la que debió enfrentar la muerte y sus propios miedos. Segundo hombre en ser rescatado aquel 13 de octubre de 2010, se trajo consigo una piedra de las profundidades. “Estoy agradecido a Dios y a la gente, todo lo que nos pasó es un milagro, dios existe y está reflejado en la vida de los 33. Esto a uno lo hace emocionar”, señaló.

Antonio Banderas es Mario en el film de la mexicana Patricia Riggen –estrenada el 6 de agosto en Chile, está protagonizada también por Juliette Binoche, Mario Casas, Rodrigo Santoro y Juan Pablo Raba, entre otros– y pudo advertir su personalidad de líder y su extrema vitalidad. ¿Es acaso un héroe? Sepúlveda lo negó con humildad y observó: “Fuimos víctimas de un accidente de trabajo, de una actividad en la que se suelen saltar las normas. Los héroes son ustedes, los que nos rescataron, los demás hicimos lo posible por salir de ahí”.

“En la vida lo único que nos enseñaron es a sobrevivir. Pasa en nuestra clase socioeconómica, siempre estuvimos en la lucha por sobrevivir”, continuó y remarcó: “La película dejará eso, las ganas de vivir, de tener sueños maravillosos, esta película les va a mostrar que podemos salir adelante. Muchos tendrán que pedir disculpas por haber hecho las cosas mal”.

Sepúlveda destacó sobre los días en el corazón de la mina: “Dormimos, convivimos 70 días con la muerte y le ganamos. Nos rodeaba, le hicimos frente y le ganamos”. Esta victoria lo dejó más fortalecido: “Siempre tomé la vida con humor y ganas y hoy, el doble”, resumió. “Despierto, veo que hay sol, veo que está nublado y disfruto al máximo cada segundo, agradeciendo a dios la oportunidad de seguir viviendo”, añadió.

Y en tono de broma, manifestó: “Sexualmente soy una maquinita y mi mujer está contenta”, rió. Ambos tienen 45 años y hace dos fueron padres de su tercer niño.

Desde que salió a la luz se propuso trabajar por los demás. Este deseo lo llevó a más de 38 países para dar su testimonio y compartir lo aprendido con quien quiera escucharlo. Y no es todo, tiene más planes por delante.

“Me llegaron ofertas estando encerrado y siempre tomé decisiones pensando en el bienestar de los todos. Si cometí errores pedí disculpas”, analizó y finalizó la entrevista: “Sólo me interesa estar a la altura de un sobreviviente”, expresó.

Cargando audio...

​Mario Sepúlveda (Radio 2)