Este viernes, a las 21.30 en Silvina Garré y Juan Carlos Baglietto se presentan en Rosario, en el Centro de Convenciones Metropolitano, shopping Alto Rosario.
El concierto forma parte de una gira conjunta por distintas ciudades del país –una “juntada”– que comenzó en Buenos Aires, el último abril, y finalizará en Mendoza, el próximo junio.
Junto a los rosarinos se presentan Guido Martínez, en la dirección musical, el bajo y contrabajo; Mariano Delgado, en guitarras y charango; Julián Baglietto, en batería; Victor Carrión, en vientos; Adrián Charras, en teclados, y Diego Alejandro, en percusión.
En diálogo a Rosario3.com, Silvina Garré definió esta serie de recitales que comparte con Juan Carlos Baglietto como “de los mejores que he hecho”, asegura que la felicidad que viven en el escenario les vuelve en agradecimiento y que, más que decidir, siempre se sintió cantante.
—¿Cómo surgió la idea de armar este dúo?
—Fue bastante natural. Nos empezamos a ver más seguido, a encontrarnos en eventos donde cantábamos los dos. Empezamos a conversar sobre la posibilidad de armar un espectáculo integralmente a dúo. Porque así fue concebido este show desde el inicio. En otras oportunidades hemos estado juntos, pero cada uno con su banda y sólo compartiendo algunas canciones. Esta vez todo se pensó desde el principio, desde la selección de las canciones y los arreglos hasta el armado de una banda en común. También se acordó todo lo que iba a pasar a arriba del escenario, a nivel visual.
—¿Fue complejo el armado de la lista de temas?
—Bueno, parece difícil pero fue sencillo. Juan había pensado qué canciones no podían faltar y yo también, y coincidimos en esos temas. Ahí teníamos casi la mitad del show. Lo primero que elegimos fueron esos temas emblemáticos que no pueden dejar de estar, que son los que espera escuchar la gente. Después pensamos qué canciones del repertorio de cada uno podían sonar en dúo, porque no todos los temas tienen esa posibilidad de funcionar a dos voces. Y también vamos a hacer algunos estrenos que nunca habíamos cantado ni grabado. Creo que es un repertorio muy equilibrado, con temas que se renuevan porque se cantan con otro y porque hubo un intercambio con otros músicos.
A ser consultada sobre cuáles eran esos “inéditos”, la autora de “Reinas de Pueblo Grande” prefirió el silencio para “mantener la sorpresa”.
“Hay un par de canciones de un compositor español. Pero todo tiene que ver con el estilo. Si lo pensás, la mayoría de los compositores que interpretamos son rosarinos”, explicó Garré.
—¿Qué expectativas tienen de tocar “en casa”?
—¿Qué espero? Que sea lo mejor, que la gente disfrute mucho, como lo hacemos nosotros. Estamos muy orgullosos. Creo que estos conciertos son de los mejores que he hecho, y esto lo pienso a lo largo de toda mi carrera, además de la calidad musical e interpretativa. Estamos pasando por un buen momento musical y personal con Juancho y eso se nota, se transmite en lo que uno hace. Todas las decisiones han sido buenas. Hay una puesta preciosa con pantallas...tiene mucha poesía el espectáculo donde cada canción guarda relación con lo que se ve y lo que se ve tiene relación con la poesía. Creo que esto marca la evolución nuestra como artistas y como personas. Después de los shows, recibimos mensajes de agradecimiento por “haber sido felices”. La palabra “feliz” es lo que hemos sido –y seguimos siendo– mientras hacemos este espectáculo. La idea es que seamos felices todos.
—Son dos grandes cantantes, de los mejores que ha tenido no sólo el rock argentino sino más allá también, ¿hay algún secreto?
—Nosotros somos cantantes. Hemos dedicado todos estos años a cantar, y lo hacemos desde muy chiquitos, tanto Juan como yo. Cuando uno dedica tanto tiempo a una actividad, cuenta tener también un don natural. No es sólo aprendizaje esto. Si bien uno va aprendiendo a cantar todos los días, además tenés que tener condiciones naturales. Y tenemos eso. Además, hemos trabajado mucho, porque también cuenta el ejercicio de la profesión, y tener distintos proyectos también. Cantar temas de otro también colabora. Yo he hecho un disco con Lito Nebbia con canciones de él y eso también es un aprendizaje. Amar lo que uno hace y hacerlo con pasión, respeto y dedicación. A mí cantar es lo que más me gusta en el mundo. Yo canto desde muy chiquita, desde que tenía 4 o 5 años y, además, muchas horas por día. No sé muy bien de dónde viene. En mi casa no había un cantante profesional pero a todos nos gustaba cantar. Para mí es como caminar, como comer. Es más, ni siquiera decidí ser se cantante, yo siempre me sentí cantante.
—¿Por qué estuviste doce años sin grabar? (desde Nuestro lenguaje sagrado (1995) hasta El deseo (2007)
—Hay que separar. Una cosa es mi vocación, que es la música, y otra mi profesión. Yo tengo un vínculo de pasión con la música que viene de chiquita. Después vino la idea de trabajar de cantante, que sería mi profesión. Pero es distinto. Hubo épocas en la que yo no sentía que tenía buen material para grabar, o por allí no daba con un un equipo lindo para trabajar. Me he manejado con bastante libertad con eso, nunca sentí que el tiempo me corría o eso de que “si no grabás se olvidan de vos”. Creo que he manejado la carrera como lo he sentido. En algún momento me recibí y trabajé de psicóloga y además viví unos años en Estados Unidos. Por todo eso no grabé esos años. Pero en todo ese tiempo seguía cantando.
—¿En qué momento estás?
—Tengo canciones para un disco al que le voy a dedicar este año para grabarlo el próximo, creo. Tengo algunas canciones escritas y espero hacer otras con la idea de editar un disco de temas míos inéditos.
—¿Cuál es el lugar que ocupa La Trova en el cancionero popular?
—Creo que es un lugar muy importante. En parte por la cantidad de compositores que dio el movimiento y cómo ellos siguen creando y haciendo discos. Por todas las carreras solistas que tuvo cada uno. Fue un grupo del cual surgieron muchas propuestas individuales Y creo que aportamos una música muy original en la que confluían distintos estilos –que traíamos cada uno de nosotros– y que, en vez de quedar como una especie de rejunte logramos crear una comunión un estilo propio. Tuvieron que pasar muchos años para que pudiera ver el aporte genuino que habíamos hecho a la música argentina. En ese momento, cuando todo pasaba, no lo veía así
—Ya como psicóloga, ¿tuviste que evitar algún momento cholulo?
— Tengo un par de casos bastante frescos. Recuerdo uno que dijo “Mucho gusto en conocerte”, y yo trabajo en una clínica. Mi respuesta fue “gracias, igualmente”. Digamos que no pasó a más. Pero, la verdad es que el paciente habla de lo que siente, de lo que le pasa a él, no han perdido tiempo de la sesión hablando de mí y de mi carrera, por suerte. Así que de ninguna manera ha sido un obstáculo en mi trabajo como psicóloga,