Un grupo de taxistas autoconvocados decidieron este miércoles, en una asamblea realizada por la tarde en la Terminal de Ómnibus, interrumpir el servicio en Rosario en vísperas de Año Nuevo, a causa de una reiteración de recientes episodios de inseguridad que, según denunciaron, golpearon al sector. Desde la Municipalidad salieron a aclarar que no hay paro y que el cronograma se cumplía normalmente.

La medida tomada por un sector de los trabajadores del servicio público, que amenazaba con resentir la prestación en medio de una alta demanda, se extenderá hasta las 5 de la madrugada del viernes 2 de enero, según anunciaron.

En las primeras horas de la tarde se produjeron dos asaltos consecutivos, a mano armada, a choferes en la zona oeste de la ciudad. El primero se registró en Lima al 700 y el segundo, en Zeballos y Lima. Ambos conductores fueron golpeados y les fue sustraída la recaudación.

Según el relato de algunos compañeros de las víctimas al periodista de Radio 2 Gustavo Poles, el primero de los taxistas llegaba hasta Lima al 700 a hacer un relevo, y cuando estaba estacionando, se aproximó corriendo un hombre, a cara descubierta, que portaba un revólver calibre 38.

El delincuente golpeó al chofer y lo obligó a entregar la recaudación, tras lo cual escapó corriendo. Pero no conforme con lo robado, en Zeballos y Lima, el mismo maleante interceptó a otro taxista, a quien luego de golpear, también le robó y se dio a la fuga.

De forma urgente, numerosos colegas –varias decenas– se autoconvocaron en la zona; marcharon hasta la Terminal de Ómnibus, donde cortaron el tránsito y anunciaron que quedaron paralizadas las actividades, en reclamo de mayor seguridad.

En ese marco, se apersonó en el lugar el tesorero de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), José Iantosca, quien dio cuenta de un tercer episodio de robo, ocurrido minutos antes en Avellaneda y Amenábar.

El dirigente señaló que como entidad no pueden convocar una medida de fuerza “porque eso significaría un lockout patronal”; pero aseguró que acompañarán la decisión de los choferes.

Tras lo sucedido, Iantosca puso en duda la normal prestación del servicio en medio de la celebración de Año Nuevo.

El reclamo de los tacheros que paraban recae en la autoridades municipales y de seguridad para que brinden medidas necesarias para evitar hechos de violencia o robos durante Año Nuevo, fundamentalmente en horas de la noche y la madrugada.

Robo y choque

Por la mañana, otro trabajador del servicio público fue abordado por una pareja, en el parque Independencia, que le sustrajo el coche y tras ser perseguida por uniformados impactaron contra un árbol y fueron detenidos.

Según el municipio, actividad normal

En medio del conflicto, desde el municipio rosarino salieron a aclarar que “no hay paro” y que los taxis de la ciudad trabajan “según el cronograma original” que se estableció para la última noche del año, expresó en Twitter el subsecretario de Servicios Públicos, Diego Leone.

Por su parte, el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, publicó en su cuenta de la misma red social una imagen del Centro de Monitoreo que mostraba la ubicación satelital de cientos de taxis sobre un mapa, para evidenciar que la actividad se cumplía.