El susto le duró poco a Mabel. Ese 23 de diciembre pensó que lo que se asomaba en su patio era una víbora pero no. Era un lagarto de un metro y veinte centímetros. Quizás no era tan peligroso como parecía. Mantuvo la calma y buscó información sobre la especie, así pudo saber que se trataba de un ser pacífico. Desde entonces, lo alimenta todos los días pero, a pesar de que logró convivir con él, cree que lo mejor para su vida es regresar a su hábitat natural.

En diálogo con la periodista Evelin Machain (A Diario, Radio2), Mabel contó la curiosa situación que vive desde un día antes de Nochebuena. Casi como un regalo, apareció el reptil en su patio, en la casa que habita en Lamadrid al 500. “Tenía miedo que atacara a mis dos tortugas y mis dos gatos, por eso fui a mi veterinario y me dijo que son inofensivos mientras no intentes hacer algo en su contra. Me aconsejó darle huevos, manzanas y bananas”, recordó.

Y asi lo hizo. Desde que el lagarto eligió el patio de Mabel como hogar, ella lo alimenta cada mañana, antes de salir para el trabajo: “Le dejo su menú”, cuenta con algo de ternura en la voz. Cuando regresa, nada queda ya. También conoce sus hábitos: “Entre las 11 y las 14 aparece, toma sol y se baña, también toma agua”, detalló sobre la rutina del animal. Y aprendió que goza de un intenso olfato. 

Consultada sobre cómo pudo haber llegado a su casa, la mujer advirtió que el lagarto solía ser mascota de una familia vecina. Apenas lo vio en su patio, tocó a la puerta de sus dueños pero le pidieron tiempo para recuperarlo ya que atravesaban una pérdida familiar.

Sin embargo, los días pasaron y nadie lo vino a buscar. Ante esta situación Mabel intentó múltiples gestiones a fin de que el lagarto sea devuelto a su hábitat natural. “La ignorancia da miedo, por eso fui y leí todo sobre él, y creo que tiene que regresar a la naturaleza”, destacó.

Hasta ahora, sólo consiguió que el edil Carlos Coscia le proporcionara una jaula a fin de poder trasladarlo. Sin embargo, el dispositivo no sirvió para la tarea. “Sólo pido que me encuentren una jaula de 1,30, yo proporcionaré la comida y una vez adentro, llamaré a fauna para que lop lleven a Mundo Libre”, precisó.

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Mabel (Radio 2)