El estudio, publicado en la edición digital de la revista Science y comunicado en docsalud, fue realizado a 1.005 pacientes, cuyo tumor no se había propagado todavía. E indicó que el análisis pudo diagnosticar los cánceres de ovarios, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, pulmón y pecho.

Los resultados podrían situar al equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, liderados por Nickolas Papadopoulos, al frente de la carrera para comercializar un test sanguíneo que detecte cáncer.

Los científicos ya comenzaron otro estudio que podría durar unos cinco años en 50.000 mujeres de entre 65 y 75 años que no han sufrido nunca cáncer, para determinar si esta prueba puede detectar más sistemáticamente tumores sin la presencia de síntomas.

Con la base de que las mutaciones genéticas aumentan el número de células cancerígenas, cuyo ADN está en la sangre, los investigadores de Johns Hopkins y de otros centros de investigación decidieron secuenciar partes de 16 genes que mutan más a menudo en distintos tipos de tumores. Luego añadieron ocho biomarcadores de proteínas características de estos cánceres. Esta combinación aumentó mucho la sensibilidad del test sanguíneo y permitió detectar qué tejido del organismo estaba afectado.

En las muestras de sangre de los 1.005 pacientes afectados por alguno de los ocho cánceres más comunes sin haber hecho metástasis todavía, el nivel de detección varió entre el 33 % y el 98 % en función del tumor, explicaron los científicos.

La sensibilidad de la prueba fue de 69 % o más para cánceres de ovario, hígado, esófago, estómago y páncreas, todos ellos muy difíciles de detectar de forma precoz, subrayaron.

La prueba, llamada "CancerSEEK", también pudo reducir a dos puntos el origen de la enfermedad en un 80% de los pacientes. El equipo de investigación ya solicitó patentar el test, que costará menos de 500 dólares.

"Este importe es excelente" ya que es comparable al de otras pruebas que se realizan actualmente para la detección de cáncer, como la colonoscopía, estimó Anirban Maitra, un oncólogo del Centro de cáncer Anderson, en Houston, Texas.