Hay dos cosas que no pueden ocurrirle a una mujer que se dirige a un escenario cualunque a recibir un premio. Lo primero, que se rompa el taco del zapato. Lo segundo, que se abra el vestido.

Era la noche de Jennifer Lawrence. El Sindicato de Actores de Hollywood la había votado como la Mejor actriz en la entrega de los premios SAG, pero casi se queda sin falda camino a su galardón

A la actriz, literalmente, se le partió en dos el vestido, un Christian Dior azul con transparencias que parecía tener vida propia. Lawrence hizo lo que pudo por contener la tela mientras saludaba a sus compañeros, pero, cuando entró en la recta final al escenario, el diseño se abrió por completo.

La situación fue festejada por los presentes con risas y aplausos. Pasado el momento confuso, la protagonista de  Silver Linings Playbook agradeció la decisión de sus colegas.