Doce años le llevó a Richard Linklater filmar –y montar– Boyhood; el tiempo necesario para que el pequeño Mason (Ellar Coltrane) pase de ser un niño de seis a un adulto (o casi) de 18 años.

Junto a él, en esta especie de time-lapse cinematográfico, el realizador también mostró el complejo devenir de una familia. 

Y si bien el cine desarticula la idea del tiempo cronológico, en esta película, la posibilidad de atestiguar la acumulación de calendarios para volver a comprimirlos (que no es “novedoso”, vale aclarar) queda registrado en dos horas 39 minutos de una gran historia.

No, no es esta una tardía reivindicación de Boyhood (está hecha) sino más bien el ejercicio retrospectivo de pensar el paso del tiempo en filmes. Y justo en el día en que Rosario3.com cumple diez años.

Es así que nos propusimos recuperar la última década hasta la fecha: capturamos una o dos películas por año y montamos un posible registro que, por cierto, viene acompañado de “agradecimientos”.

Agradecimientos (también por año)

2006: La vida de los otros (Alemania), de Florian Henckel von Donnersmarck
2008: La joven vida de Juno (EE.UU.), de Ivan Reitman; La escafandra y la mariposa (Francia, EE.UU.), de Julian Schnabel; y Persépolis (Francia), de  Marjane Satrapi y Vincent Paronnnaud
2009: Entre los muros (Francia), de Laurent Cantet 
2010: La pivellina (Austria) Tizza Covi-Rainer Frimmel)
2011: Un año más (Gran Bretaña), de Mike Leigh 
2012: Esto no es una película, de Mojtaba Mirtahmasb y Jafar Panahi
2013: Django sin cadenas (EE.UU.), de Quentin Tarantino, y Amor (Francia), de Michael Haneke
2015: El Francotirador (EE.UU.), de Clint Eastwood, Taxi (Irán), de Jafer Panahi, Victoria (Alemania), de Sebastian Schipper, Star Wars: El despertar de la Fuerza (EE.UU), de J.J. Abrams
2016: Anomalisa (EE.UU.), de Charlie Kaufman y Duke Johnson