El Papa no la quiso y una escultura de Francisco que fue llevada al Vaticano ahora está en la Catedral de Rosario y emociona a los fieles.

La escultura, a cuerpo entero y tamaño real, impacta. La realizó Fernando Pugliese y el parecido con el Papa real sorprende. Se la llevaron a Roma al pontífice, que le pareció demasiado una estatua suya.

Los que ayer visitaban la Catedral rosarina no lo podían creer. “Me emociona muchísimo, porque yo lo conocì a Bergolio cuando era Bergoglio”, dijo una mujer.

Otra definió asì como se sentìa: “Increìble, emocionante, está tan igual. Los detalles, el brillo de los ojos”.

Una visitante dijo que incluso al principio pensó que podía ser el verdadero Francisco.