Una pelea con su ex pareja y madre de tres hijos y la posterior denuncia por violencia de género habría desatado el cuádruple crimen de Santa Fe. Ese sería el origen de la brutal agresión del joven de 25 años acusado de apuñalar el viernes a la madre de su ex y a la actual pareja de esta y, este sábado, al padre y a una hermana de la chica. 

Después de conocerse los ataques en ambas viviendas, con dos víctimas fatales en cada lugar, trascendió que Romina Dusso, de 20 años, la ex del presunto homicida, radicó una nueva denuncia por violencia de género contra el padre de sus tres hijos, Marcos Feruglio, de 25. El joven fue detenido pero recién después de la masacre.

La información la confirmó el fiscal regional de Homicidios, Jorge Nessier. En marzo de este año, y luego de haberse separado de Feruglio, Romina le había hecho una denuncia en la Comisaría de la Mujer que volvió a concretar el viernes pasado, informó Clarín.com

"Se produjo un incidente, cuando el joven autor del hecho se apersona en el lugar donde vivía su ex pareja y le hace entrega de un dinero para la manutención de sus hijos. Allí el hombre la golpeó. Según las primeras averiguaciones, existía una problemática de naturaleza económica respecto al aporte que el joven realizaba para la manutención de los hijos", confió Nessier. La pareja tiene un chico de cuatro años y mellizas de un año y medio.

Luego de ser golpeada, Romina fue a hacer la denuncia por violencia de género y se le dio intervención a la Comisaría de la Mujer. “La víctima manifestó que iba a permanecer en la casa de sus padres, con sus hermanas e hijos. Por eso se entendió que la misma se encontraba, al menos que se tomara algún tipo de medida, segura", señaló el fiscal.

Pero Romina, sabiéndose insegura en Sauce Viejo, se fue para la capital santafesina a la casa que su papá, Gustavo Dusso, compartía con su novia. También estaba Camila, la menor de los Dusso.

Por eso, cuando el joven Feruglio desató la cacería primero fue a buscarla a Sauce Viejo, donde mató a su ex suegra Claudia Oliva (44), y su novio, Nicolás Strubia (39). Más tarde fue hasta Santa Fe, donde asesinó al padre Gustavo Dusso (45) y a la hermana menor de Romina, Camila (15). 

"Son hechos a los que, evidentemente, se les debería haber prestado atención, pero es muy difícil establecer cuándo y hacia dónde va a derivar este tipo de situaciones", consideró el fiscal este sábado.

“Ineficiencia de la Justicia"

Por su parte, Gabriela Sosa, subsecretaria de Políticas de Género de la provincia de Santa Fe, señaló que ni bien se enteraron del caso, pusieron en marcha el mecanismo protocolar para este tipo de casos y se anoticiaron de denuncias previas en Santo Tomé y Sauce Viejo. También críticó la “ineficiencia de la Justicia en este caso”, ya que “no pudo determinar el riesgo de la víctima ante las denuncias efectuadas”. 

Además, en diálogo con LT10, destacó “la mirada que se puede hacer de todo esto es muy crítica en cuanto a las medidas que se debieron haber tomado y no se concretaron”. Declaró que este tipo de femicidios “son muy usuales en los últimos años, donde el femicida busca dañar a la víctima a través del ataque a su familia”.