Los pasajeros del boeing A340 de Aerolíneas Argentinas que cumplía el vuelo 1852 del 5 de agosto último, vivieron momentos de suspenso al descender en la difícil pista de la ciudad de Ushuaia. El fuerte viento cruzado complicó la tarea del piloto que, aún así, maniobró con destreza y aterrizó con éxito.

El viento se empecinaba en torcer la trompa del avión y sacarlo de eje, mientras desde la torre los controladores observaban todo con atención.

El piloto tuvo que hacer una espectacular maniobra para enderezar la nariz de la aeronave, tocar tierra y dejar a los pasajeros a salvo en pista.