Una mujer de Las Flores Sur con discapacidad y víctima de violencia de género, que vivía en situación de calle, obtuvo una casa en la zona oeste de Rosario para ella y su hija de nueve años. Además, tras su presentación en la agencia Atajo (la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia, que trabaja con gente en situación de vulnerabilidad social), su agresor recibió una condena firme de tres años de prisión con ejecución condicional, por los delitos de lesiones dolosas calificadas, amenazas coactivas y desobediencia de orden judicial.

La solución habitacional para la víctima de violencia machista y la hija que ella tuvo con el agresor se alcanzó tras la derivación que Atajo hizo a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo de la Secretaría de Estado del hábitat de la provincia, según informó el sitio web Fiscales. En su presentación, la delegación local de la Dirección de Acceso a la Justicia del Ministerio Público Fiscal solicitó al ente gubernamental que garantice el derecho de madre e hija a vivir en una vivienda digna y de calidad, atendiendo su contexto de vulnerabilidad.

La mujer padece una disfuncionalidad psicológica, según lo acredita el Certificado Único de Discapacidad por el que percibe mensualmente una pensión no contributiva. Atajo alegó el marco normativo nacional e internacional que protege los derechos en cuestión, y citó los alcances de la ordenanza municipal de Rosario N° 8.741, que establece la adjudicación de un cupo del 10% de las viviendas construidas para aquellas mujeres víctimas de violencia de género.

Tras la presentación de ese escrito, la Dirección de Vivienda incorporó a la mujer en el Listado Único de Casos Sociales (LUCS), que fija la prioridad en la adjudicación de viviendas a las personas en especiales situaciones de vulnerabilidad. Finalmente, en febrero de este año, y luego de un proceso administrativo, la Dirección Provincial de Vivienda resolvió entregarle la vivienda, por la que se celebró un Acta de Tenencia.

La mujer, de 46 años, se acercó a finales de 2015 a la agencia Atajo de barrio Las Flores Sur, donde relató la situación de violencia de género que atravesaba en su hogar por parte de su ex pareja. Agregó que ya había radicado varias denuncias penales previas, pero hasta entonces no había obtenido ninguna medida de protección. Describió los daños físicos y psicológicos padecidos durante la convivencia, que incluyeron un intento de ahorcamiento que le dejó secuelas en la columna cervical que le impiden trabajar.

El agresor fue imputado por delitos de lesiones dolosas calificadas, amenazas coactivas y desobediencia de orden judicial, y dos años después fue condenado.