Una mujer perdió el control de su vehículo en el estacionamiento de un templo evangélico de la ciudad brasileña de San Pablo, arrolló a un grupo de personas de las cuales dos murieron y se escapó corriendo, para luego ser detenida acusada de homicidio culposo.
Era domingo a última hora de la tarde cuando la mujer entró con su auto al estacionamiento del templo, perteneciente a la Iglesia Universal del Reino de Dios. Iba a participar de una jornada de culto.
Estaba maniobrando para estacionar cuando, de pronto, giró el volante, aceleró y arrolló a un grupo de personas que hacía fila para entrar a la iglesia. Terminó chocando contra una pared.
Dos mujeres quedaron atrapadas debajo del vehículo. Pero ella se bajó y salió corriendo.
Dos personas murieron y cuatro sufrieron heridas, entre ellas un niño de 7 años.