La vitamina D juega un papel esencial en el organismo. No en vano, y entre otras muchas funciones, regula los niveles de calcio y fósforo, por lo que tener unos bajos niveles de vitamina D implica un mayor riesgo de desarrollo de numerosas enfermedades, caso de la esclerosis múltiple y de la migraña. Y asimismo, de la diabetes mellitus tipo 2. Y es que como han mostrado distintas investigaciones, la deficiencia de esta vitamina conlleva un mayor riesgo de resistencia a la insulina –esto es, la incapacidad para utilizar correctamente la insulina por los órganos y tejidos– y, por tanto, de elevación de los niveles de glucosa en sangre –o lo que es lo mismo, de la aparición de la diabetes–. Entonces, ¿la toma de suplementos de vitamina D puede mejorar, sino revertir, esta resistencia a la insulina? Pues según un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Turín (Italia), parece que sí. O así sucede, cuando menos, en modelos animales –ratones, según publica abc.es.

Como explica Elisa Benetti, directora de esta investigación presentada en el marco de la LII Reunión Anual de la Sociedad Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) celebrada en Munich (Alemania), "nuestros resultados demuestran claramente que la administración de vitamina D mejora la resistencia a la insulina causada por la exposición a una dieta rica en grasas y azúcares".