Vivir en ambientes con polución perjudica a la salud tanto como fumar, incluso, en los días en los que los índices de contaminación superan los límites establecidos aumentan los ingresos hospitalarios y las consultas médicas, sobre todo de los enfermos crónicos respiratorios.

La coordinadora del área del enfermedades de origen medioambiental de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Isabel Urrutia, explica que las consecuencias de la contaminación pueden ser a corto plazo como el aumento de las complicaciones de los enfermos respiratorios crónicos, según 20minutos.

Estos enfermos, que son fundamentalmente los que padecen asma o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), acuden más a las urgencias de los hospitales y a las consultas de los médicos de familia, también aumentan sus ingresos hospitalarios, sostiene la experta. En personas sanas, la polución tiene más consecuencias a largo plazo, y es que puede ser una causa de cáncer de pulmón en adultos y de mal desarrollo pulmonar en niños, entre otros.

"El tabaco es la tercera causa de muerte en el mundo y la cuarta es la contaminación. Van seguidas. Una persona que vive con polución ambiental es equiparable a que fumara", resalta la neumóloga, quien recuerda que son los ancianos y los niños la población más vulnerable ante este problema. Sobre este aspecto, el neumonólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Javier de Miguel abunda en que los niños no tienen una función pulmonar bien desarrollada aún y en el caso de los ancianos sus mecanismos de defensa "están más deteriorados".

Cuando se disparan los niveles de contaminación, las personas sanas pueden sentir picazón de ojos, de nariz o tener tos, pero son síntomas que no revisten a priori importancia y que pueden ser muy puntuales.