Semanas atrás se hizo público que, por problemas técnicos o de validación, no todos los alcoholímetros de la Municipalidad estaban a disposición de los inspectores que realizan los controles en las calles rosarinas.

¿Hay alternativas ante esta situación? A juzgar por lo que se pude ver en el video que accompaña esta nota sí: hacer que los conductores sigan una coreografía. Si no pueden, el auto al corralón.

El video en cuestión corresponde al ciclo Juts for laughs, un programa de cámaras ocultas que se puede ver en muchos lugares del mundo e incluso en aviones, ya que ha sido comprado por algunas líneas áereas.

Uno de sus gags simula que a un policía que realiza un control se le rompe el aparato. Entonces, llama a algunos colegas y guían a los conductores para que sigan la coreografía.

¿Se imaginan a los “zorros” rosarinos haciendo algo así?