Una guitarra acústica, biromes y hojas rayadas. De eso se trata componer para Dani Pérez, frontman de Los Sucesores de la Bestia que, a los fines de presentar su disco solista se asume con nombre y apellido.
Este artesano de canciones –propias y ajenas (si se piensa en su trabajo como productor)– empezó a trabajar en los temas que integran La sombra del primero hace unos diez años, “entre 2005 y 2006”, contó a Rosario3.com.
Esas líneas se escribieron a la par de otras poesías y textos –algunos con fechas más recientes– que fueron incluidos en el libro Hablar sin saber. El resultado es una simbiosis de soportes donde uno y otro se disfrutan en simultáneo: “Un grupo de música y texto”.
Dani Pérez presenta ambos bajo el título de “La sombra del primero (y otras canciones intratables)” este miércoles a las 20.30, en la apertura de una nueva temporada de La Terraza de la Cúpula de Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza.
“El disco se dio por decantación. Si bien escribí muchas otras canciones más, a la hora de hacer La sombra del primero me pareció que esa época y esa música tenían como un discurso que podía terminar siendo un disco más que un compilado de canciones".
En el cantatutor porteño Pablo Krantz recae el título de “músico invitado” en tanto que junto a Pérez estarán Los Ultimatums, conformada por los integrantes de Los Sucesores de la Bestia.
“Las canciones no fueron gestadas para integrar un disco. El disco vino después”, confió Dani Pérez del otro lado del teléfono sobre la “gestación” de este disco-libro y viceversa.
La posibilidad se volvió realidad cuando Los Sucesores “no dieron lugar a algunos de estos temas" durante la grabación del álbum Promesas, mentiras y café. Y el tiempo llegó “en el verano de 2015”.
“El disco se dio por decantación. Si bien escribí muchas otras canciones más, a la hora de hacer La sombra del primero me pareció que esa época y esa música tenían como un discurso que podía terminar siendo un disco más que un compilado de canciones”.
En tanto que el título remite a “esa experiencia que tuviste por primera vez en algún momento de tu vida y que es un poco la vara con la medís las posteriores. Si esa primera vez fue buena o te dejó una marca, termina siendo la sombra de todas las demás".
Biromes, casetes, cartas y humor
“Es una costumbre que tengo de chico”, dijo Dani Pérez sobre la costumbre de narrar en hojas de papel rayado.
“Empecé a escribir canciones a los 13 o 14 años, inclusive antes de saber música o tener rudimentos de armonía. No sé si tiene un por qué. Tendría que pensarlo...quizás porque para mí las canciones son como cartas a un show futuro. Y está bueno que esas cartas estén escritas papel con la letra de uno y no en un Word, que es lo que tiene todo el mundo”, continuó.
Ese aprendizaje analógico y el presente digital como guiño generacional se cuela, por ejemplo, en el comienzo del tema “AM.PM”, el último de “el primero”. El mismo abre con el sonido de una casetera (que abre y cierra). Acto seguido, se escucha a un hombre hablar en portugués.
Dani reveló que esa grabación la realizó su mamá durante una estadía en Bahía, Brasil, y en el marco de su trabajo como antropóloga. La voz del “hombre hablando en portugués” es la de un artesano que da cuenta del instrumento de percusión que ejecutaba.
“Lo único que hice fue buscar una casetera para grabar la reproducción de esa parte y después procesé el resto de la canción para que parezca salida de ese casette”, dijo Pérez.
Y continuó: “Si pensamos en lo que es producción de sonidos y en cómo se graban discos en los 2000 y 2010, creo que hay como un sincretismo donde conviven todas la épocas a la vez. Escuchás bandas que son retro 60 y suenan así, y hasta te parece que podrían confundirse como reales. Es como que hay algo de recuperar las formas de pasado y reproducirlas en el presente aunque, en algún punto, con un lavado de cara para gente más joven”.
Un disco “introspectivo” y “noble”
Para el entrevistado, La sombra del primero es un disco de canciones que refleja la búsqueda de “sonidos nobles y un poco clásicos”: guitarra acústica, batería con sonido “bien de madera” y un bajo Beatle.
Y es, a la vez, una placa-libro con letras y escritos en primera persona –“siempre estoy hablando de mí, en definitiva”– que capturan situaciones cotidianas: testimoniales de amor, relaciones humanas y soledad, entre otros ejes, que se escurren con cierta (abulia) melancólica (“Feliz domingo”) y en los que no falta el humor.
“El humor es indispensable. La gente que se toma muy en serio me resulta hasta poco saludable. Incluso en el arte es casi un peligro. Aunque lo que esté diciendo sea importante. En algún punto, es un poco relativizar todo eso”, sostuvo Pérez.
La sombra es, además, un disco pop; un disco de canciones cortas –once en total– que en algunos casos, no superan los dos minutos: “Como no sabía muy bien a dónde iba a terminar, grababa la guitarra acústica y armaba la canción en función de cómo había tocado. Y, cuando se terminó, terminó”.
Canciones sin techo
La presentación de La sombra del primero y Hablar sin saber será este miércoles a las 20.30, en La Terraza de la Cúpula, en lo más alto del citado centro cultural provincial.
Para el recital, Dani Pérez estará acompañado de Los Ultimatums, grupo conformado por los integrantes de Los Sucesores de la Bestia.
“El humor es indispensable. La gente que se toma muy en serio me resulta hasta poco saludable. Incluso en el arte es casi un peligro. Aunque lo que esté diciendo sea importante. En algún punto, es un poco relativizar todo eso”.
"El show es algo que estaba esperando. Quería tocar el disco con sonido de banda”, explicó el guitarrista sobre los temas que grabó solo en el estudio.
A tal punto era aguardada la presentación colectiva que Pérez avisó que “pasó” las partes de guitarra y que se asumirá como cantante.
En tanto que la voz de Rubén Bussi (cantante de El Ajenjo y a quien Pérez le produjo su disco) se escuchará en algunos de los textos.
“Voy a disparar esas pistas en vivo con efectos mientras la banda improvisa”, adelantó. El carácter perfomático de la puesta contará con la participación de las bailarinas Viki Tuttolomondo y Luciana Cattalin, y el bailarín Diego Stocco.
“Cada un interpretará un texto y así se integra el libro al disco”, avisó Pérez. “Es como un salto al vacío”.
