Cuentos rayados es el primer libro de relatos de la periodista, escritora y feminista Laura Vilche. Con ilustraciones de Miguel Mazza, el ejemplar integra el catálogo de la editorial Libros Silvestres.

El título reúne 15 cuentos breves –“para leer en un ascensor”– en los que personajes y significantes organizan juegos y desafían mandatos a la par de las historias.

Los cuentos que escribo surgen de lo cotidiano, de lo que me atraviesa... No es que yo digo «bueno, ahora voy a escribir sobre diversidad» o «sobre inclusión» porque, si así fuera, esto no sería un libro de cuentos sino un manual escolar”, explica la también (ex) maestra de grado Laura Vilche a Rosario3.

Estos cuentos resultaron de cosas que fueron quedando y que aparecieron de jugar con las palabras"

En el volumen –que integra la colección Ñu– se narran las idas y vueltas de una reina con zapatos particulares, una señora que se jacta de tener "todas las escaleras del mundo", tres ratones que no saben de buenos modales, un señor al que no le gustan los cumpleaños, una bici fugitiva y una pelota con vuelo; entre otras tramas con un cierre a toda “papa”.

El juego cotidiano


“Escribo desde hace mucho tiempo”, cuenta Vilche del otro lado del teléfono. Y hace una pausa. Como si algo del entorno le hubiera llamado la atención. O quizás fue solo el breve ejercicio de pensar en el inicio de algunos de los relatos de Cuentos rayados.

Y continúa: “Estos cuentos resultaron de cosas que fueron quedando y que aparecieron de jugar con las palabras. Hay historias que me cuentan amigos, como la coneja que roba zapatillas, o que me pasaron a mí y que yo solo las tomé”.

Polémica por tres ratones


Coco, caca y culo son tres ratones que protagonizan uno de los relatos de Cuentos (tan singular como los otros 14).

“Recibí devoluciones de hijos e hijas de amigos y amigas por eso –advierte Vilche–. Me dijeron tanto que no está bien decir «caca« o «culo» en un cuento como que está bien así «porque son tres ratones inmundos»”.

Son unos cuentos pirados, unas historias un poco chifladas que cada persona hace propias"

La entrevistada –cuyo primer cuento, “Gato enojado no caza ratones”, abrió la colección Tarumba de la mencionada editorial– no esconde el envión de felicidad que le viene cuando asiste a esas “diferentes interpretaciones”: “El libro ya no es mío, ahora tiene vida propia”.

“Estos cuentos, en cierto modo, proponen incomodidad; ese lugar no confortable que para mí tiene la literatura. Creo que son unos cuentos pirados, unas historias un poco chifladas que cada persona hace propias y que se pueden leer en un ratito, en un ascensor”, sostiene.

Asimismo, puntualiza que se trata de un libro para niñas, niños y “personas de toda edad”.

“La literatura no tiene edad. No hay literatura infantil. Pienso que el libro tiene que ser lo que pueda ser. Primero, un juguete que se pueda tocar y agarrar. Después, cuando se empieza a pasar una página y otra, y aparecen las letras, entonces, comienza la literatura. Ojalá que los Estados trabajen para que las personas se acerquen a la literatura y también en defensa de la oralidad que es el primer contacto con la palabra. Las palabras no tienen edad”, cierra Vilche.

Spoiler


En Cuentos rayados puede o no haber finales, hay más de una sorpresa por historia y una vez que empezás, no podés parar.

Yapa

Cuentos rayados fue lanzado recientemente por Libros Silvestres al igual que Los Raros Vol II, de Marcelo Ajubita.