Llega un capítulo decisivo en Esperanza mía. Mientras todos los esfuerzos de Esperanza y Tomás por disfrutar de su amor en plenitud se pueden acabar en un segundo. Nicolás escapó de la cárcel y está decidido a concluir el objetivo de su vida: matar al exobispo.

Mientras la exnovicia está a sólo horas de dar a luz a sus mellizas, Tomás sigue ocupándose de los preparativos para que el gran día. Sin embargo, todo está a punto de cambiar.

Nicolás se las ingenia para conseguir un arma y, sin dudarlo, intercepta a Tomás. Está decidido a acabar con su vida. El falso religioso apunta su arma contra el hombre que sólo quiso hacer el bien durante toda su vida.

¿Tendrá esta historia el final más triste?