Creer que Central es favorito a ganar el clásico es un error. Decir que en estos partidos no hay favoritos parece un cliché pero las pruebas muestran que es una realidad casi incontrastable.

Desde el retorno de Central a primera se jugaron cinco clásicos donde los rojinegros casi siempre llegaron mejor y sin embargo las victorias fueron auriazules. La excepción fue el último de esos cinco encuentros en que la previa fue diametralmente opuesta: Central llegaba como candidato pero quienes terminaron festejando fueron los de Bernardi que se llevaron un impensado empate.

Por eso creo que en un clásico tan pasional y especial como el rosarino, nunca hay favoritos.

Sí puede decirse que Central llega mejor que Newell's, no sólo por los resultados del debut sino también por haber mantenido la base del equipo que lo llevó a pelear arriba en 2015. Pero llegar mejor, no siempre es sinónimo de victoria, menos aun en un clásico.

En frente tendrá una de las ofensivas más poderosas del país con cuatro hombres de probada jerarquía como Scocco, Boyé, Maxi y Formica. La sola presencia de este póker de crácks hacen del derby un duelo altamente atractivo y de final incierto.

No será un partido decisivo pero seguro marcará tendencia y mostrará si el equipo de Chacho está listo para los grandes desafíos que este 2016 le presentará.