Con Boca y River debilitados por la eliminación en la Copa Libertadores, Racing aparece como el rival a vencer por los equipos que ocupan los primeros lugares de la Liga Profesional. Disputado un 25 por ciento del torneo, los dos poderosos perdieron mucho más de lo aconsejable y la regularidad (condición imprescindible) de los ahora protagonistas podría marginarlos de una pelea que antes del comienzo de la competencia parecía polarizada.

Para eso necesitan de una confiabilidad innegociable. Ejemplo: antes de comenzar la octava fecha, Newell’s era el único líder, pero en los últimos dos partidos dilapidó cuatro puntos por enamorarse de las precauciones frente a dos rivales en los papeles ganables. Sobre todo Patronato, porque Platense, inesperadamente, es uno de los invictos que tiene la competencia. Newell’s y Atlético Tucumán son los otros dos.

En 7 fechas, Boca y River quedaron a 6 y 7 puntos, respectivamente, de la punta. Si Newell’s no hubiera dilapidado resultados en las últimas dos fechas, hubieran quedado a 10 y 11 unidades del primero. Se ve diferente, ¿no?

Los próximos dos partidos de los rojinegros, justamente Racing, y Central, serán vitales para conocer las chances concretas del equipo de Sanguinetti.

En realidad, si se hace un análisis descarnado, es muy difícil proyectarlo a Newell’s como candidato al título. Pero si se excluye de esa disputa a Racing, Boca y River, el torneo se empareja al punto de poner a casi todos en un mismo nivel.

Hay 12 equipos en 5 puntos, pero sólo Racing hace grandes diferencias de plantel con el resto. Y de los que siguen Boca y River tienen con qué diferenciarse y lo hacen cada vez más con refuerzos imposibles de pensar para el resto.

A pesar de cualquier proyección, al torneo le faltan 20 fechas, ni más ni menos que 60 puntos, por eso Racing, Boca y River siguen siendo los grandes candidatos.

Las competencias largas siempre favorecen a los que tienen más recursos, no es ninguna novedad.

No obstante, y casi contradictoriamente, se observa a xeneizes y millonarios en otra historia. Antes era la Copa, ahora es el duelo. Es el momento para aprovechar la coyuntura. Y rápido. Porque en la semana River ya mostró claros síntomas de recuperación en su partido de Copa Argentina frente a Barracas Central.

Parece el momento ideal para sacarles ventaja. Ya quedó escrito que Newell’s perdió una chance preciosa de hacerlo frente a Patronato y ante Platense.

Racing y Central son dos escalones fundamentales para crecer o estancarse.

El torneo está tan parejo que si Newell’s pierde con Racing puede pasar de primero a octavo si los resultados no lo ayudan.

Las huellas de un plantel corto empiezan a marcarse en un equipo que no se preparó para esto, pero que transcurridas siete fechas, quedó, inesperadamente, más arriba que todos los demás.

¿Será una presión extra o se potenciará? Los próximos 180 minutos serán cruciales para saberlo.