Un miembro del clan Romero, grupo delictivo afincando en la zona norte de Rosario, quedó al borde de un juicio oral en el que se debatirán causas de amenazas y extorsiones. Este miércoles, el juez Héctor Núñez Cartelle aceptó el requerimiento acusatorio del fiscal, que solicitó la pena de 13 años, a unificar en 18, para Diego Alberto Vallejos (36), quien ya se encuentra alojado en la cárcel de Piñero purgando una pena por tentativa de homicidio.

Diego Vallejos es hermano del cabecilla Hernán Ramón “Lichi” Romero, condenado a 7 años como líder de una asociación ilícita y dos asaltos, además de tener una causa en trámite –con pedido de pena de 28 años– por ordenar un secuestro a un miembro de Los Monos desde su celda de la cárcel de Piñero.  

Junto a su otro hermano Hugo Vallejos, conocido como “Labio Leporino” y su padre, Ramón Vallejos, Diego cumple condena por su participación en un triple tentativa de homicidio ligada a cuestiones territoriales por la venta de drogas. Un hecho del 7 de junio de 2018, ocasión en que tres amigos que estaban en el cruce de Larrachea y Ávalos sufrieron un ataque a tiros.

Por ello, Diego purga una condena a 5 años como el conductor del Fiat Duna del cual desde el cual partieron los disparos sobre esa ochava. La vivienda de la misma esquina, donde supo funcionar una carnicería, fue blanco de una nueva balacera al mes siguiente, con resultados trágicos: un balazo alcanzó a Maite Ponce, una nena de 5 años que dormía en un sillón.

Además de esa condena, Diego Vallejos enfrenta una causa por instigar la usurpación de una modesta vivienda de Nuevo Alberdi los primeros días de enero de 2019. Para ello, según la acusación del fiscal Iván Enríquez, instigó a Franco Ezequiel “Sordo” Villalba, quien ya fue condenado en juicio oral en septiembre de 2021 a la pena de 7 años de prisión efectiva por los delitos de amenazas coactivas agravadas.

El 5 de enero, alrededor de las 16, el Sordo Villalba irrumpió en una casa de Luzarriaga al 3900, rompió la puerta y amenazó a una mujer con un arma. Le dijo "que se tenía que ir del domicilio sino lo mataba, que si que quería quedar a vivir, que le debía entregar una suma de dinero sino le iba a efectuar disparos, que recibía órdenes de los Romero, que se tenía que ir sino lo mataban él o la banda de los Romero, que si no le daba la plata o se iba, lo iban a matar él, Luciano, Maxi y Hugo", reprodujo el fiscal.

Luego de recibir las amenazas la víctima decidió denunciar en la subcomisaría 2ª lo ocurrido y acto seguido abandonó su vivienda, que al día siguiente fue efectivamente usurpada.

Entonces alguien llamó al 911 para advertir sobre la ocupación y cuando los policías llegaron se encontraron con una mujer que estaba limpiando la vivienda. “A mí me pagaron los Romero para que limpiara acá”, les dijo la mujer a los uniformados.

De acuerdo con la acusación, los días 7 y 8 de enero, Vallejos le pidió a la víctima por teléfono “que sacara a la policía del barrio, porque iba a matar a su mamá, sus hermanas y hermanos, que ya sabía donde estaba que tenía agente afuera de la casa donde ella estaba y que si salía su hijo afuera, lo mataban".

"Vamos a hacer una cosa –propuso en otra llamada–; vendé tu casa y dame 50 mil pesos y acá se termina todo, llamo para que no te molesten más y sácame a la policía del barrio, que no quiero ninguna denuncia, porque te voy a tener frente a frente y te voy a hacer pedazos".

Las denuncias se derivaron a la fiscalía de Flagrancia que nueve días después requirió once allanamientos en domicilios de la zona en Herrera al 1200, Vieytes al 3300, tres casas de Luzuriaga al 3900, Villa del Parque al 3300 y Servellera al 3900, donde fue detenido el Sordo y no se secuestraron armas.