En Castellanos al 2800 están hartos de las balaceras. En menos de un mes, contaron cinco ataques en la misma cuadra, en una zona donde antes, aseguraron, los chicos solían jugar en la calle. Un comerciante, incluso, tuvo que cerrar su almacén y dejar de ver a sus nietos por miedo a que alguien salga herido.

En contacto con el programa De 12 a 14, los vecinos de Castellanos al 2800 contaron del drama que viven desde el 22 de agosto, cuando empezaron las balaceras en la cuadra. La fachada de una de los domicilios, incluso, tiene las fechas de cada tiroteo al lado del agujero de bala, como para llevar registro.

“Mis nietos ya no vienen a mi casa”, señaló. Otro vecino tomó la misma decisión y contó que cerró su granjita por miedo a que alguien salga herido. También repintó la fachada para despistar a los tiratiros.

Aparte de balaceras, también dejan notas amenazantes, pero a personas que ya no viven en la cuadra, como la ex pareja de una mujer que esta desesperada porque en esa vivienda viven ella con sus cuatro hijos y aseguró que la única respuesta de la policía fue la recomendación que no salgan a la calle.