Tres policías provinciales quedaron detenidos y se inició el trámite para pasarlos a disponibilidad luego de haber sido identificados como los autores de un episodio de violencia y abuso policial contra un grupo de adolescentes en una casa de fin de semana de Coronel Domínguez. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad de la propiedad y fue difundido días atrás por El Tres.

Personal de la Agencia de Control Policial (ACP) procedió en las últimas horas a la detención de los tres policías del Comando Radioeléctrico de la localidad santafesina de Álvarez que fueron identificados como los autores de los hechos de violencia que se ven en las cámaras de videovigilancia.

La causa fue derivada a la fiscal de la Unidad Fiscal Especial de Violencia Institucional del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Rosario, Paola Aguirre.

En tanto, la Subsecretaría de Control Institucional del Ministerio de Seguridad de la provincia dictó una resolución iniciando el sumario administrativo y pasando a disponibilidad a los tres efectivos señalados por el hecho.

A dos de ellos, se los identificó dactiloscópicamente por la presunta comisión del delito de vejaciones y al restante, encubrimiento agravado, infomaron las fuentes del caso.

Los hechos

El hecho ocurrió cuando un grupo de adolescentes, algunos de ellos menores de edad, intentaron evitar un control policial a la altura del peaje y se volvieron a la casa de fin de semana en la que se encontraban en Coronel Domínguez.

Según denunció el padre de uno de los chicos, una vez en la casa llegó la policía sin orden juidicial y les comenzaron “a pegar sin piedad”.

“Aparte de que les pegaron, ingresaron al vehículo y le robaron la plata que tenía mi hijo en la billetera”, relató el hombre.

Todo lo sucedido fue captado por las cámaras de vigilancia de la casa y el material se difundió por El Tres. En las imágenes se ve a los agentes agredir físicamente a los jóvenes en incluso como uno de los policías ingresa al vehículo y comienza a inspeccionarlo, todo esto sin una orden judicial.

De acuerdo al relato que le hizo su hijo, no hubo una persecución policial ni un intento de los agentes de frenar el vehículo en el que se trasladaban antes de llegar al domicilio. “Los siguen sin hacer señas de luces, sin sirena prendidas ni nada, en las cámaras se ve como entran a la casa con pistola en mano”, aseveró.

“Después llegaron mayores y se tranquilizaron un poco. Los chicos están bien, con algunos dolores por los golpes que le dieron en la cabeza, pero están asustados. Si ellos (por los policías) hubieran hecho bien el trabajo, se hubieran dado cuenta que eran criaturas indefensas que en ningún momento les levantaron la mano como para que les den esa paliza”, lamentó el hombre.