Un taxista vinculado con la empresa criminal del recluso Fabio Alejandro Giménez –protagonista de varias causas por extorsiones y balaceras– fue acusado este jueves por filtrar datos personales de un ex empleador que sufrió tiroteos en un local comercial y en su casa, en el marco de un apriete que llevó a cabo Giménez. El nuevo acusado se mantuvo prófugo hasta el domingo pasado, cuando cayó en un procedimiento rutinario de Gendarmería y le saltó la captura.

Iván B., el tachero, fue acusado de partípe primario en una extorsión agravada por el uso de arma de fuego y la jueza Valeria Pedrana le dictó prisión preventiva por el plazo de ley.

El fiscal Pablo Socca ya ventiló la causa en junio, cuando acusó a Giménez y a su pareja Samanta Vilches de una maniobra mafiosa contra un hombre relacionado con un local de respuestos del rubro automotor, ubicado la zona de Avenida del Rosario y Francia. Giménez, a finales de enero, comenzó a llamar desde la cárcel y exigió el pago de tres millones de pesos. Las amenazas incluían datos de la vida familiar de la víctima.

“Llegamos a un acuerdo razonable y todo tranquilo seguimos. O esto se pone cada vez peor. Decime qué hacemos. Ni la custodia te hago zafar. Vos fíjate lo que te hago apenas te descuidás”, le manifestó.

Como las víctimas no accedieron al pago de ese monto, el 25 de enero pasado dos personas en moto efectuaron cinco disparos contra la propiedad. Inmediatamente, el preso volvió a comunicarse.

Ahora están yendo a otra casa a tirar. Atendé y hablamos bien. Ya sé que metiste a la Policía. Hablemos bien y arreglemos, o cambio de número y te hago pegar a uno de los tuyos. Dame un palo y cerramos trato. ¿Vas a asustar a tus hijos? Atendé”, amenazó Giménez.

A esa balacera y extorsiones se sumó otro ataque a tiros. Fue el 30 de enero pasado en Biedma al 2500 contra el frente de un domicilio del hombre extorsionado. “Mirá lo que te mandé a hacer, por la plata que gasto te voy a pedir más ahora. No te hagas el vivo porque cambio de nuevo de celular y te hago pegar a uno de tu familia. Esto te va a salir más caro todavía”, sostuvo Giménez a las víctimas.

En esa audiencia del 1º de junio, Socca dijo que un taxista se encontraba prófugo. Resultó ser Iván B., el ahora acusado. El domingo pasado, según consta en la causa, gendarmes que patrullaban caminando barrio Tablada observaron un auto estacionado en Garibaldi entre Beruti y Abanderado Grandoli. Era plena madrugada y les llamó la atención. Dentro del coche, encontraron a un hombre durmiendo. Y al identificarlo resultó ser el prófugo. 

“La información esencial para cometer el hecho Giménez la recibió de Iván B, quien a sabiendas del hecho ilícito que iban a cometer, aportò diversa información de la víctima y de su núcleo familiar por el vínculo que los unía con anterioridad porque conocía a la víctima en virtud de su antiguo vínculo laboral como chofer de taxi” del hombre extorsionado, dijo Socca.

Extorsionador serial

En junio pasado, Giménez fue imputado tres veces por maniobras extorsivas contra comerciantes o particulares. Uno de estos episodios lo cometió con un teléfono desde el penal de Coronda mientras esperaba una videoconferencia donde iba a conocer la acusación por otra causa. Por esa saga inaudita, una jueza pidió al Servicio Penitenciario y al Ministerio de Seguridad que tomen medidas eficaces para que deje de acceder a celulares.

Giménez saltó la palestra a comienzos de 2021, cuando cumplía una condena por robo calificado en la Unidad Penitenciaria N°3, de Zeballos y Riccheri. En mayo de ese año, su nombre surgió en dos investigaciones de alto perfil como una especie de reclutador de mano de obra para llevar a cabo homicidios por encargo. Uno de ellos fue el de Nicolás “Fino” Ocampo, ligado a la asociación ilícita de Esteban Alvarado y acribillado en abril de 2021.

Luego, fue trasladado al penal de Coronda y sumó varias imputaciones por extorsiones y balaceras.