El joven que robó en un local de ropa del centro, se escondió en un edificio, se hizo pasar por el nieto de una vecina y dio una entrevista declaró este viernes en la audiencia imputativa, dijo no recordar el delito y afirmó que sí conocía a la señora que lo acompañaba. Incluso la identificó por su sobrenombre: “Chicha”.

Más allá de su versión de lo ocurrido, el juez José Luis Juárez aceptó la imputación de los delitos de “robo calificado por uso de arma de utilería y privación ilegítima de la libertad calificada por el uso de amenazas” que hizo el fiscal de Flagrancia Rodrigo Urriticoechea.

El joven, Daniel Ezequiel C., de 22 años, seguirá en prisión preventiva ya que el magistrado denegó el beneficio de la domiciliaria que solicitó la defensora pública, Maricel Palais. Por otro lado, Juárez sí hizo lugar al pedido de realizar un examen de sangre para determinar el consumo de sustancias que alteraran su conducta.

Esos estudios serán vitales para sostener la defensa que Maricel Palais explicó en Telenoche (El Tres). La abogado contó que el joven dijo en la audiencia que “no recordaba haber robado” y que estaba alterado por el consumo de “pastillas”.

Según su versión, se encontró “de golpe en la casa de la señora” a quien conocía porque es “una amiga de su abuela” y dio el sobrenombre de esa persona: “Chicha”.

La defensora señaló que la mujer le dijo que se calmara, le preguntó qué había pasado y como él no se acordaba le dio un vaso de agua. Después, siempre según la defensa del acusado de robar un comercio este jueves, la señora le aconsejó “que se quede un rato más porque la Policía estaba afuera” y que ella lo iba a “acompañar a la casa de su abuela, que está a dos cuadras” de ese lugar.

También la mujer le habría propuesta “que se saque la campera y que se haga pasar por su nieto para ir hacia la casa de su verdadera abuela”. Incluso le habría prestado “un bolso para poner sus cosas” antes de salir a la calle y desatar una inédita nota policial.

“Esto debería poder probarse porque no es tan difícil de probar”, dijo Palais, quien contó que el juez no hizo lugar a su pedido de prisión domiciliaria pero sí dictó que el joven vaya hasta el “consultorio médico forense y que sea evaluado por un psiquiatra”. La defensora confió que esas medidas puedan derivar en un “tratamiento de recuperación (por adicción) y la posibilidad de aminorar la pena”.

Por otro lado, Palais señaló que el arma que le secuestró la Policía era de utilería. “Es de juguete y dice «Toy»”, añadió, aunque aclaró que “basta con que un arma sea exhibida para que se califique el robo”.