Tres hombres oriundos de la provincia de Córdoba quedaron presos en forma preventiva al menos hasta diciembre por integrar un grupo dedicado a los llamados cuento del tío., algunos en Rosario.

El fiscal Mariano Ríos Artacho ventiló evidencias para acreditar su participación en las estafas que tuvieron como víctimas a dos adultos mayores de la ciudad, que en agosto y septiembre de 2021 fueron timados por teléfono y entregaron claves bancarias. A un hombre de 79, por caso, un integrante del grupo le birló 250 mil pesos haciéndose pasar por un empleado de Mercado Pago.

Ríos Artacho acusó este lunes a Carlos Ezequiel “Pitu” Quinteros (34), Miguel Ángel Ocampo (39) y Lucas Daniel Ayala (27) por integrar una banda que cometía estafas de “manera organizada y reiterada”. 

Los delitos consisten en entablar comunicaciones con las víctimas –usualmente mayores de edad–, haciéndoles creer que son empleados del banco para así obtener claves y contraseñas para sacar dinero de la banca digital –ya sean fondos o préstamos– y retirarlo en efectivo, o bien transferirlo a varias cuentas para perder así la trazabilidad.

Según la imputación, el grupo al cual pertenencen los imputados recluta personas de confianza para que les presten sus cuentas bancarias. Antes de recibir el monto grande, además, realizan pequeñas transferencias para asegurarse que la cuenta a donde envían el dinero no se encuentra bloqueada.

En ese marco, “Pitu” Quinteros y Ayala, según la investigación, tenían el rol de reclutadores y además hacías “tareas de distribución, extracción y división del dinero” pagando un porcentaje a al titular de la cuenta “alquilada” y luego rinden el dinero a las personas a los jefes de la organización.

Ocampo, en tanto, “prestó en reiteradas oportunidades su cuenta bancaria para que el grupo realizara las operaciones”.

Los casos puntales detallados por el fiscal son un hecho del 7 de agosto de 2021. Ese día, un hombre de 79 años entregó las claves del homebanking a un supuesto empleado de la platafoma Mercado Pago que le vació la cuenta. Fueron 250 mil pesos que, en parte, fueron a parar a la cuenta de Ocampo por la gestión de Quinteros y Ayala.

El otro timo fue por Whatsapp, el 29 de septiembre. El estafador se hizo pasar por empleado de un banco, obtuvo las claves y realizó dos transferencias de 25 mil y 30 mil pesos. La maniobra fue realizada en un breve período de tiempo a los fines de imposibilitar su retención.

En la investigación intervino personal del Organismo de Investigaciones (OI) y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).

El juez Florentino Malaponte tuvo por formalizada la audiencia y dispuso la prisión preventiva efectiva hasta hasta el 20 de diciembre. Una vez que el plazo esté cumplido, la Fiscalía podrá solicitar su prórroga.